Con una postura desafiante el expresidente estadounidense Donald Trump encaró al juez Arthur Engoron en el estrado, confrontación que rebajó el magistrado al advertirle al acusado de fraude que no estaba en un mitin y exhortar a sus abogados a controlarlo.
Una semana después del testimonio de sus hijos Donald Jr. y Eric, el republicano que supera en preferencias a Joe Biden rumbo al 2024 rechazó las acusaciones al sostener que este caso es otro intento de sacarlo de la contienda, producto de una “cacería de brujas”.
Al responder al interrogatorio por presuntamente inflar el valor de sus propiedades, el favorito a la nominación conservadora reiteró que no cometió ningún fraude; sin embargo, quien llegó casi con una hora de anticipación enfundado en un traje azul, admitió igual que Eric que tuvo acceso a estados financieros y hasta hizo sugerencias a contadores, sin abundar en detalles en torno a la presunta presión para cambiar las cifras, como declaró su exabogado Michael Cohen.
Incluso le mostraron pruebas de las anomalías ante lo que respondió irónicamente que los archivos eran tan viejos que no servirían y que otros contenían descargos de responsabilidad.
Incluso alardeó que sus abogados evidenciarán que no cometió ningún delito, por el contrario hizo que bancos ganaran millones, pues todos recibieron ganancias y no hubo víctimas, pese a que éstos acusan que perdieron cuantiosas sumas por sus irregularidades para obtener préstamos y evadir impuestos.
Y reiteró que los números no mienten, al criticar las valuaciones por las que lo quedó fuera del ranking de los más ricos, según la revista Forbes; momento en el que le pidieron enlistar los bienes en los que cree que se sobrevaloró el costo, pero éste evadió las preguntas por lo que Engoron le pidió ser puntual.
Durante el proceso que se prolongó varias horas el magnate aprovechó para confrontar a Engoron al tachar de “vergüenza” e injusticia el juicio, pues acusó que tratan de imponer la peor multa tras devaluar su imperio y reveló que ya sabe que fallará en su contra, ante lo que el juez le recordó que está en una audiencia no es un acto político como parte de su campaña para volver a la Casa Blanca.
Y el juez amenazó con echar de la sala a quien lo ataca y califica de “racista” y “corrupto” en redes sociales, luego de exhortar al defensor Chris Kise a controlarlo, pues si no puede “yo lo haré”.
Acto en el que la también abogada Aliba Habba intentó defender al exmandatario al exhibir que el juez impedía a su cliente hablar con fluidez, hecho que rebatió Engoron y hasta la mandó a sentarse al enfatizar que a quién tenía que escuchar era a su representado no a ella.
En tanto, Trump, quien ignoró los comentarios del magistrado, aprovechó la tribuna judicial para atacar de nuevo y directamente a la fiscal neoyorquina, Letitia James. “No sabes nada sobre mí”, apuntó al ver fijamente a quien abrió el proceso, como responsable de que él y su familia declaren en Manhattan, pues su hija Ivanka está citada para mañana.
