El primer ministro británico, Rishi Sunak, retornó al expremier e impulsor del Brexit David Cameron al Gobierno en un movimiento provocado por las polémicas en su gabinete.
A más de un año de asumir la oficina de Downing Street, el mandatario sorprendió con ajustes a su equipo al cesar a la ministra del Interior, Suella Braverman, ante su polémica postura por las protestas por la guerra en Medio Oriente.
Las críticas por un doble rasero en torno a las movilizaciones en favor de Palestina y de Israel detonaron la salida de quien compitió por el principal cargo en la nación y fue cuestionada por su postura antimigrante.
Ello obligó a Sunak a reforzar a su gabinete con miras a no debilitar al Partido Conservador y de inmediato la sustituyó con su hasta ayer ministro de Exteriores, James Cleverly.
Cartera que quedó vacante y que finalmente entregó a Cameron, quien añoraba volver a la política tras siete años marginado de manera forzada al ser señalado como artífice del divorcio de Gran Bretaña y la Unión Europea (UE), proceso por el que en menos de una década ya cayeron otros tres líderes, como Theresa May, Boris Johnson y Elizabeth Truss.
Ante este inesperado apretón, se prevé que Cameron sea nombrado lord para asumir un escaño, pues no pertenece a la Cámara alta. Y éste se dijo listo para tomar la nueva tarea en un movimiento inusual que reactiva a un exmandatario y reconoció que enfrenta retos importantes como las guerras en Medio Oriente y en Ucrania. Al respecto, legisladores destacaron su experiencia y ven señales de una política más moderada en comparación con Braverman.