Asume ante el rey Felipe VI

Sánchez jura como presidente en España

En breve acto, el líder del PSOE inicia un segundo periodo al frente del país; en manifiesto, exmilitares franquistas exigen su destitución; continúan las protestas contra el político

Pedro Sánchez jura el cargo de Presidente, ante el rey Felipe VI, ayer.

El socialista Pedro Sánchez juró por segunda vez asumir su cargo como presidente del Gobierno español por un periodo de cuatro años ante el rey de España, Felipe VI, y un ejemplar de la Constitución, lo que le habilita para conformar un nuevo Ejecutivo, al tiempo que un grupo de medio centenar de mandos altos y medios del Ejército, ya retirados, exigieron en un manifiesto su destitución.

En breve acto en el Palacio de la Zarzuela, sede de la Jefatura del Estado español, se dio la lectura del real decreto de nombramiento firmado por el monarca español, Sánchez leyó el texto de toma de posesión con su mano derecha apoyada en la Constitución y sin presencia de símbolos religiosos.

”Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y de Ministras”, dijo.

El jefe del Ejecutivo español asume de nuevo su cargo bajo un clima de tensión política y social marcado por la futura aprobación de una ley de amnistía a los independentistas catalanes procesados por el intento secesionista de 2017.

Aunque no hay información oficial, se da por hecho que Sánchez hará varios cambios para esta legislatura en su equipo de Gobierno, que anunciará previsiblemente este fin de semana.

En tanto, en un manifiesto difundido en redes sociales, un grupo de militares, afines al franquismo y sin mucha influencia en la milicia actual, publicó un manifiesto en el que rechazaron el pacto parlamentario de varios partidos, incluidos algunos independentistas, que permitió la reelección del líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Apelaron a “principios morales de la defensa de la unidad territorial” para exigir una intervención de las Fuerzas Armadas y del resto de las instituciones del Estado para derrocar al gobierno.

“La posible ruptura de la Unidad de la Nación española, al aceptar, de nuevo para la citada investidura, la celebración de un referéndum de autodeterminación (...) preocupados por el devenir de España, alzamos la voz en este manifiesto y pedimos a los responsables de la defensa del ordenamiento constitucional, la destitución del Presidente del Gobierno y la convocatoria de elecciones generales”, expresaron en el documento.

En ese contexto, anoche tuvo lugar la décimoquinta jornada consecutiva de protestas frente a la sede del PSOE en Madrid, la cual reunió a unas mil personas, la cuarta parte de los cuatro mil manifestantes del jueves, y lejos de los ocho mil que se reunieron en la manifestación más numerosa.

En esta ocasión, el protagonismo ha sido para el diputado de Vox Javier Ortega Smith, que ha terminado increpado a las fuerzas policiales y defendiendo a los manifestantes, quienes, a su vez, aumentaron su hostilidad contra los periodistas, a los que arrojaron algunas latas de cerveza y huevos mientras estaban informando.

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