El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, insistió ayer en que los aliados de la OTAN no muestran signos de fatiga bélica y siguen comprometidos con ayudar a su país a defenderse contra Rusia y recuperar el territorio ocupado.
En declaraciones a la AP, Kuleba también expuso que el presidente ruso, Vladimir Putin, está calculando mal si ve algún valor en mantener sus fuerzas en Ucrania al menos hasta las elecciones presidenciales en Estados Unidos dentro de un año.
“Escuché un claro ‘no’ a cualquier referencia a la fatiga, y escuché (un) claro ‘sí’ a un mayor apoyo a Ucrania. (Putin) Siempre espera que se celebren elecciones en otro país y que el nuevo gobierno y los nuevos líderes cambien de actitud”, declaró Kuleba después de reunirse con sus homólogos de la OTAN en Bruselas, Bélgica.
Mencionó que algunos aliados habían hecho nuevas ofertas de apoyo, pero se negó a dar detalles. “Entienden que, para sentirse seguros, para no terminar en una situación en la que los soldados de la OTAN tendrán que luchar, Ucrania tiene que ganar en esta guerra”, expresó Kuleba.
“Puede haber diferencias sobre las mejores maneras de contener a Rusia, de disuadirla. Pero la comprensión (en la OTAN) de que Rusia representa una amenaza es consensuada y no veo que eso cambie”, añadió.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que los aliados están “decididos a garantizar que Ucrania tenga lo que necesita”.
Añadió que muchos miembros de la OTAN quieren “ayudar a Ucrania a construir una fuerza futura que pueda garantizar la disuasión y garantizar la defensa”.
Blinken manifestó que lo único que impide el fin de la guerra “es Vladimir Putin y la medida en que cree que de alguna manera puede sobrevivir a Ucrania, sobrevivir a su pueblo” y la negativa de Putin a “participar de manera significativa en la diplomacia o negociaciones”.