El defensor del clima y exvicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, criticó ayer a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), anfitriones de la cumbre climática COP28, diciendo que su posición como supervisor de las negociaciones internacionales sobre el calentamiento global este año era un abuso de la confianza pública.
Los comentarios, hechos a Reuters en una entrevista al margen de la conferencia en Dubái, reflejaron el escepticismo entre algunos delegados de que el presidente de la COP28, el sultán Ahmed al-Jaber, jefe de la compañía petrolera nacional de los Emiratos Árabes Unidos, ADNOC, pueda ser un intermediario honesto para un acuerdo climático.
“Están abusando de la confianza del público al nombrar al director ejecutivo de una de las compañías petroleras más grandes y menos responsables del mundo como jefe de la COP”, dijo Al Gore.
En una presentación en la sala plenaria principal de la COP, Al Gore reveló datos que muestran que las emisiones de gases de efecto invernadero de los EAU aumentaron 7.5 por ciento en el 2022 con respecto al año anterior, en comparación con un aumento del 1.5 por ciento en todo el mundo.
Esos datos provienen de una coalición que cofundó llamada Climate TRACE, que utiliza Inteligencia Artificial y datos satelitales para rastrear las emisiones de carbono de empresas específicas, dijo.
Sin embargo, los Emiratos Árabes Unidos no hicieron comentarios de inmediato sobre los comentarios de Al Gore o los datos de TRACE.
Al Gore instó a los delegados a aceptar el texto final emitido en la cumbre para eliminar gradualmente los combustibles fósiles, sin salvedades ni menciones a la tecnología de captura de carbono.
“El estado actual de la tecnología para la captura de carbono y la captura directa de aire es un proyecto de investigación. No ha habido reducción de costos durante 50 años y hay una pretensión por parte de las compañías de combustibles fósiles de que es una tecnología económicamente viable y fácilmente disponible”, expuso el político y ambientalista estadounidense.
En el contexto de la COP28, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil dio a conocer en la cumbre el programa Arco de Restauración, una iniciativa para restaurar 60 mil kilómetros cuadrados de bosques degradados o destruidos —una superficie casi equivalente a Letonia— en la selva amazónica de aquí al 2030.
La financiación del programa contará con mil millones de reales, lo que equivale a 205 millones de dólares hasta 2024, además de que tratará de capturar mil 650 millones de toneladas de carbono de la atmósfera para el 2030.
A través de un comunicado, Aloizio Mercadante, presidente del BNDES, manifestó que evitar la deforestación ya no es la respuesta a la crisis climática, por lo que se debe ser más ambiciosos.