Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) descubrieron el túnel más grande de Hamas, que se extiende por cuatro kilómetros, a una profundidad de 50 metros, bajo las casas de mandos terroristas en Gaza.
Tras asumir el control del bastión yihadista Khan Younis, a 72 días de la guerra, el ejército de Benjamin Netanyahu mostró la infraestructura subterránea que construyó la organización islámica a costa de fondos destinados al pueblo palestino y del que uno de sus accesos está a sólo 400 metros del cruce fronterizo Erez, al norte de la Franja.
De acuerdo con medios israelíes, como Times of Israel y Jerusalem Post, en ésta caben hasta vehículos, área que se detectó desde hace un mes al identificar que varias bocas de túnel se conectaban bajo tierra, pero fue hasta ayer que mostraron esa red de ingeniería avanzada a la prensa, tras una revisión para minimizar amenazas —enemigos o trampas—, como amplios sistemas de seguridad con puertas blindadas para que mandos, como el cabecilla Yahya Sinwar por quien ofrecen hasta 400 mil dólares por su paradero, evadieran a sus adversarios.
La llamada “ciudad del terror” rival o “metro de Gaza” fue construida por Muhammad Sinwar, mano derecha y hermano del líder, con cuantiosas sumas por hasta varios millones de dólares, según datos de Inteligencia, luego de decomisar armas y maquinaria para perforar con la que pretendían ampliar esta red o derribarla ante el “cerco total” en su contra.
Y es que sus múltiples ramificaciones conectan las casas de vacaciones de los extremistas para trasladarse bajo tierra sin ser ubicados por el ejército rival en automotores pequeños, pues videos obtenidos en el lugar muestran a los hermanos Yahya y Muhammad a bordo de éstos al interior del entramado, pues una grabación muestra al segundo al interior y bajo las órdenes del otro.
Además, el espacio que el exvocero de la FDI Gabriel Chocron calificó de “inmenso” cuenta sistema de electricidad, plomería (tuberías y ventilación) y comunicaciones, lo que confirma un arduo trabajo de miles de yihadistas. Pero evidencia que éstos planeaban una operación a gran escala, como la del pasado 7 de octubre.
Datos oficiales enlistan hasta 80 pozos para descender a las profundidades de los bastiones en la construcción más completa, hasta el momento, y en la que se presume que además de ocultarse de Israel trasladaron clandestinamente a decenas de secuestrados desde kibutz israelíes, pues hallaron rastros de ellos, sin abundar en las pistas recolectadas.
La información, compartida también en redes sociales, expone que los subtúneles les facilitaban conectar con varios puntos al norte de Gaza, bajo numerosas viviendas, entre éstas el campo de refugiados de Jabalia, y que Tel Aviv denunció previamente son usadas como “escudos humanos”, pues al enemigo no le importa poner en riesgo a civiles, como enfermos y niños, y varios accesos detectados previamente se ubican a metros de las entradas o en sótanos de casas, escuelas y hasta hospitales como Al-Shifa. El caso desvelado recientemente lo confirma con un pozo bajo la cuna de un bebé.
Ante este descubrimiento, Israel intensificó operaciones terrestres para arrebatar todos los túneles al enemigo y así, en cuestión de meses, acotar su capacidad de respuesta y desmantelar a la organización criminal, a la espera de rescatar a los rehenes.
Tema en el que el Gobierno confirmó que faltan por recuperar 123 víctimas retenidas, según una actualización del Gobierno tras recuperar cuerpos en el sistema subterráneo yihadista y el asesinato “por error” de tres que escaparon. De estos últimos se halló evidencia en el edificio del que presuntamente huyeron, pues escribieron en hebreo mensajes con restos de comida para explicar que eran tres y estaban ahí contra su voluntad.
Al respecto, las fuerzas de Yoav Gallant dijeron que operan con cuidado para no poner en riesgo a quienes llevan más de 10 semanas retenidos y recientemente se habilitó el corredor de Kerem Shalom para el ingreso de más ayuda humanitaria, sitio a través del que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) envío insumos específicamente para hospitales.
En tanto, en Europa sigue la presión por un alto el fuego al que Netanyahu le cerró la puerta al chocar con la resistencia.
Pero horas después medios locales indicaron que no descartan nuevos acercamientos para una tregua, acto en el que dejarían a elección del enemigo decidir a qué grupo entregarán en un intento de reanudar los intercambios de rehenes por prisioneros palestinos.
