Las tensiones en Medio Oriente no cesan y mientras Israel negocia una segunda tregua con Hamas abrió otro frente de batalla al asesinar a un comandante de Irán, régimen que sospechan financia a terroristas en Gaza, Siria y Líbano.
Aunque sus tropas no se atribuyeron el ataque a bases de Hezbolá, medios y organizaciones apuntaron a ese Gobierno por la muerte del general de la Guardia Revolucionaria, Seyyed Razi Mousavi, cerca de Damasco, ante lo que Teherán prometió que el rival pagará por la primera agresión desde que estalló la guerra en la Franja, lo que eleva la amenaza de una batalla regional, al involucrar a más milicias.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que las fuerzas de Benjamin Netanyahu lanzaron sus armas contra mandos en Siria y Líbano, presuntos cómplices del ataque islámico del pasado 7 de octubre, y horas después se confirmó que tres proyectiles dieron en el blanco al matar al iraní, coordinador de una alianza para suministrarles armas, cercano al exdirigente Qassem Soleimani y quien presuntamente tenía una oficina en el Ministerio de Defensa, y cuatro cómplices.
Ante la provocación, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, advirtió a Israel que “sin duda pagará el precio por su crimen”, tras la ofensiva que tachó de “desesperada” e “impotente”, según la agencia Tasmin; mientras que su ministro de Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, asestó que se abrió una “cuenta regresiva”.
Aunque ninguno adelantó posibles represalias contra el país que destruyó Gaza, pues ya suman más de 20 mil 600 muertos en 11 semanas, se prevé una nueva escalada, pues es la primera vez en 80 días que las tropas israelíes atacan a un iraní; aunque en semanas previas, el régimen de Raisi reportó la muerte de al menos dos de sus soldados.
En tanto, el gabinete de guerra de Netanyahu recalcó en vías para recuperar a los más de 100 rehenes y prometió a los terroristas un alto el fuego permanente siempre y cuando los islámicos cedan el control total en la Franja, acto que el enemigo rechazó tajantemente.
Y es que, pese al acercamiento, Hamas e Israel cruzan visiones, pues Israel aseveró que no hay razón para detener la ofensiva y no desistirá hasta anular toda la capacidad rival, declaración a la que respondió el líder yihadista, Yahya Sinwar, al amagar con escalar a una “batalla feroz sin precedentes”, luego de que Tel Aviv le pusiera precio a su cabeza.
Asimismo, Hamas agregó que mientras no se definan condiciones para frenar las hostilidades no volverán a liberar a más israelíes o extranjeros.
En medio de este conflicto, sin un fin a la vista, el Papa Francisco convocó a la comunidad internacional a poner fin a estos “abominables ataques” que ya cobraron la vida de miles de civiles inocentes, pues imploró por acciones firmes para frenar el mal que sacude a Gaza al lanzarse directamente contra la industria de armas, responsable de esta escalada.
Asimismo, el líder del Vaticano llamó a ambos bandos a hacer más para remediar la situación humanitaria y garantizar las liberaciones de los retenidos.