Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desplegaron una contundente respuesta a milicias en Líbano tras el mayor ataque cerca de la frontera norte desde octubre pasado, mientras aumentan las críticas contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Ante las sirenas antimisiles, el ejército detectó otra amenaza, pues Hezbolá lanzó casi una veintena de proyectiles en su contra y sobrevoló drones con explosivos en límites territoriales.
De inmediato la Fuerza Aérea atajó al rival al recalcar que desmantelará a toda organización terrorista que lo desafíe, al enfatizar que se concentra en dos frentes: la Franja de Gaza, con Hamas, y Líbano.
Aunque casi la mitad de los lanzamientos fueron interceptados por la Cúpula de Hierro, unos cohetes alcanzaron zonas despobladas, pero sin víctimas, contrario a la respuesta de las FDI, pues éstas dieron en el blanco en una serie de objetivos, al justificar que igual que con los liderados por el yihadista Yahya Sinwar destruirán su capacidad y bases operativas con acciones específicas para anular todo riesgo extremista en Medio Oriente, mientras confían en rescatar a los rehenes que siguen atrapados en Gaza.
Pero las milicias libanesas no desistieron de su plan y tras fallar arreciaron disparos con otra oleada, aunque a menor escala, pero esta vez sus armas dañaron edificios, sin mayores afectaciones al recordar que la zona fue evacuada desde hace semanas ante los constantes intentos de Hezbolá de atacar a su pueblo, de acuerdo con medios locales, acto en el que contaron con respaldo de bases iraquíes, pues combatientes de esa región se atribuyeron los ataques con drones en supuesta defensa del pueblo palestino.
Acto que aprovechó Irán, el que prometió vengarse de Tel Aviv, al afirmar que no son los únicos en Medio Oriente del lado de Gaza y la Autoridad Palestina al culpar a tropas israelíes de esa devastación, pues en 11 semanas ya rebasaron los 21 mil fallecidos, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la población gazatí cada día es empujada a un nuevo peligro debido a la violencia y la aguda situación humanitaria, ante la falta de comida e insumos médicos para atender a víctimas que están expuestas a otras enfermedades.
No obstante, pese a las advertencias y la vulneración defensiva, el jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, recalcó, igual que Netanyahu y el Ministerio de Defensa, que sus soldados están preparados para mantener esta ofensiva, terrestre y aérea, durante meses hasta desmantelar toda célula yihadista ligada al peor ataque a judíos del pasado 7 de octubre.
Pero sin importar la estrategia entre nuevos diálogos por una tregua permanente, el Gobierno de Netanyahu sigue sin convencer Medio Oriente, debido a la destrucción del pueblo palestino en su intento por acabar con los terroristas.
Y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, arremetió duramente contra el premier al reconocer que la aniquilación provocada por éste lo hace extrañar al dictador nazi Adolfo Hitler, al comparar lo hecho por ambos mandos contra un pueblo rival, pues cuestionó “¿qué diferencia hay?”.
Sus declaraciones causaron escozor y de inmediato Israel reprochó la “ofensa” de comparar a Netanyahu con el peor horror que enfrentaron los judíos en la Segunda Guerra Mundial. Su homólogo israelí, Isaac Herzog, aseveró que esa declaración no sólo es contra del primer ministro sino contra cada judío en el mundo, al recriminar que se equipare el genocidio contra los suyos con la operación de su ejército contra el grupo terrorista que los invadió hace casi tres meses.
