Cenar arroz y frijoles en Navidad, entre centenares de presos que fueron responsables de miles de muertes, no es nada fácil. O al menos así lo entendemos. Roberto Valencia, periodista de la BBC, ha documentado muchos trabajos al interior de distintas cárceles en Centroamérica y, según sus palabras, el Centro de Confinamiento del Terrorismo, conocido como "La cárcel de Bukele", ubicada en El Salvador, dista mucho de lo que había visto hasta ahora.
Nayib Bukele, presidente de aquel país centroamericano, mandó construir esta mega cárcel que fue ocupada hace once meses, y con la que envió un mensaje claro a los integrantes de la mara salvatrucha. Elementos de la MS-13, Barrio 18-Sureños y Barrio 18-Revolucionarios, causantes de la violencia que parecía no tener fin en territorio salvadoreño, se encuentran presos en esa mega cárcel, en la que Valencia narra cómo se pasó la Navidad.
Una cárcel cinco veces más grande que el Zócalo
La narración del periodista de la BBC es impresionante. Luego de 15 años de trabajos en centros penales de Centroamérica, lo que vivió en el Cecot no lo había visto jamás. Con dimensiones de 236 mil metros cuadrados, el Cecot tiene un muro de 9 metros de altura "y otros 3 metros de barda electrificada; 15 mil voltios nada más. ¡15 mil voltios! Con sólo acercarse ahí, uno muere de un solo toque", dice Belarmino García al periodista. Él es su director desde que inauguraron el Cecot.
La cena no fue distinta a la que se sirve diario, según narra el colega de la BBC. "Los pandilleros no salen de sus celdas, nada que ver con el lugar común al que Hollywood nos tiene acostumbrados, de comedores multitudinarios en los que ocurren peleas y ajustes de cuentas", relata Valencia.
El periodista continúa: "Comeremos un puño de arroz insípido, un caldo hecho a base de frijoles y dos tortillas de maíz finitas, de las que se usan para tacos. De bebida, un café ralo. Eso mismo comen todos los días: desayuno, almuerzo y cena. La única alteración es que el arroz se sustituye por espaguetis".
La narración que incluye entrevistas, visibiliza que aún en estas épocas, la realidad es que no hay concesión para aquellos que sembraron por años el miedo y el terror en El Salvador. Con todo y la polémica, los reos pasaron Navidad sin que hubiera algún tipo de menú especial. "Para los asesinos, no hay concesión", como alguna vez lo indicó el propio Bukele.
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