Con 245 palestinos muertos en promedio al día en Gaza, sólo 35 por ciento de ellos identificado como terrorista, la guerra entre Israel y Hamas cumplió tres meses sin un fin en el corto plazo ni acuerdos, pero con la amenaza de una expansión.
Las Fuerzas de Defensa (FDI) de Benjamin Netanyahu avanzan en sus tres objetivos: desmantelar al enemigo, recuperar a rehenes y evitar que la yihad se afiance en la Franja, proceso en el que prevén que todo 2024 persistan los combates en varios frentes, pues Hezbolá ataca desde Líbano, mientras suman 22 mil 835 decesos desde el pasado 7 de octubre.
Según pronósticos del jefe del Estado Mayor de Tel Aviv, Herzi Halevi, es seguro que la respuesta a ofensivas siga por meses, como advirtió el Ministerio de Defensa, pues persisten las amenazas. Hecho que reforzó el vocero militar, Daniel Hagari, al señalar que lo que sigue es despejar la zona, pero que este año seguirá la lucha.
Al respecto, el ejército celebró éxitos en Gaza al desmantelar todo riesgo en el norte. Times of Israel y Jerusalem Post reportaron que en el día 93 completó su misión, al asegurar el control de ese territorio, donde sus soldados hallaron múltiples escondites en una gran red subterránea.
Con ello, aumenta el cerco contra los liderados por Yahya Sinwar, por lo que el premier afianzó la promesa de concretar “nuestra responsabilidad y obligación”, ya que nadie es inmune y el conflicto culminará hasta el fin de Hamas.
Ello anticipa otra intensificación al sur para anular la capacidad terrorista, pues se cree que decenas de líderes se esconden en Khan Younis, su principal bastión, y se identificó que Hamas busca reclutas, según folletos decomisados bajo tierra, para perpetrar duros golpes a Israel, como el reciente a una base militar en Monte Meron, aunque Tel Aviv atribuyó éste a Hezbolá. Objetivos en los que Hamas aún cuenta con un importante arsenal, pese al decomiso de armas y explosivos, y presuntamente fabrica proyectiles guiados.
Y ante el riesgo de una escalada, aliados recriminaron las nulas señales e intentos de tregua para frenar el derramamiento de sangre, pues en más de 90 días la cifra letal no para y Gaza ya superó los 58 mil heridos, entre ellos un gran número de niños.
Según líderes palestinos y la organización Save The Children desde octubre contabilizan 10 mil menores asesinados y mil amputados, exponiendo el nivel de violencia desatado por la invasión que dejó mil 200 israelíes muertos y 240 plagiados. Pero los menores no son los únicos inocentes ejecutados, pues van 77 periodistas muertos, según un recuento de la Comité para la Protección del sector.
Conteo en el que la agencia árabe Al Jazeera denunció el crimen del hijo de su corresponsal en jefe, al exhibir supuestos ataques deliberados. Acusación que atajó Israel, aunque admitió que sí hubo una operación con aeronaves no tripuladas.
Y Tel Aviv insiste en que irá a tope en la guerra, pues no se detendrá hasta acabar con el enemigo. Declaración ante las que críticos y aliados piden moderación para reducir tensiones ante una crisis humanitaria de dos millones de desplazados.
Y es que las alertas sobre un expansionismo bélico se prenden de nuevo. Familiares de rehenes temen que su recuperación no sea prioridad para Netanyahu, por lo que 20 mil protestaron el fin de semana para exigir nuevas elecciones y acabar con su gestión.
Pero ésta no es la única amenaza interna, ya que disidentes convocaron a una huelga de 100 minutos el 14 de enero, cuando los rehenes cumplirán el mismo número de días retenidos, mientras Israel encarará acusaciones de genocidio ante la
Corte Internacional de Justicia, proceso
al que envió como defensor al exlíder de la Corte Aharon Barak.
En tanto, potencias buscan retornar a la vía diplomática y frenar el ciclo violento. Por ello, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visita hoy la región luego de reunirse con el rey de Jordania, Abdalá II, quien pidió su intervención contra “consecuencias catastróficas”. Y es que analistas advierten que Bibi se aferrará al cargo, pues es consciente de que el fin de la guerra sería el de su gestión.
Blinken dialogó ayer con Qatar, que recalcó su llamado a unir esfuerzos por un alto el fuego y entregar más ayuda a víctimas, pues los corredores se paralizaron desde que Tel Aviv atacó Beirut, a finales del año pasado.