A casi una semana del Estado de excepción, Ecuador ya arrestó a mil 327 delincuentes, horas después de liberar a 169 funcionarios retenidos en siete cárceles.
De acuerdo con una actualización de las Fuerzas Armadas y difundida por medios locales como Primicias, uno de cada nueve de los capturados es considerado terrorista tras el endurecimiento de la persecución contra 22 bandas del crimen organizado en la guerra que declaró el presidente Daniel Noboa contra los responsables de la peor violencia en la región, principalmente en Guayaquil.
Dichas acciones corresponden a casi 13 mil operativos del Plan Fénix, en los que también se reportan 27 internos recapturados y más de 700 armas y cinco mil kilogramos de droga decomisados, con lo que golpean la actividad financiera de las principales bandas ecuatorianas, de las que la mayoría opera incluso desde prisión.
Asimismo, las fuerzas del orden notificaron que se recuperó el control de las cárceles de Cuenca, Esmeraldas, Loja y Machala luego de recuperar sanos y salvos a decenas de guardias y trabajadores administrativos que estaban por cumplir una semana retenidos. Acto que tanto el Ejecutivo como el Servicio Nacional de Atención a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) calificaron como un éxito al sostener que los terroristas no impondrán sus condiciones en el nuevo Gobierno y poco a poco desarticularán de organizaciones enemigas.
Tema en el que las autoridades abundaron que mantendrán las investigaciones para determinar cómo fue que decenas de internos salieron de sus celdas para tomarlos como rehenes en un intento por negociar su vida a cambio de ciertos privilegios.
Y es que se sospecha que contaron con ayuda de éstos y hasta del exterior, tras las fugas de dos de los cabecillas de Los Choneros, José Adolfo Macías, Fito, y de Los Lobos, Fabricio Colón Pico, con días de deferencia, y quienes son buscados cerca de la frontera, ante el temor de que traten de huir a Colombia o Perú.