Unas 120 mil personas participaron en la megahuelga en Israel al cumplirse 100 días de la guerra en un reclamo frontal al primer ministro, Benjamin Netanyahu, a quien acusan de estar más interesado en prolongar el conflicto en Gaza, por el que van casi 24 mil muertos, que en retornar a los 136 rehenes con vida.
Pese a la lluvia, familiares de las víctimas secuestradas por Hamas en octubre pasado cumplieron su advertencia y se congregaron durante casi 24 horas en la Plaza de los Rehenes, frente al Ministerio de Defensa, y en Habima, en Tel Aviv.
Con el respaldo de ciudadanos y políticos de oposición encararon al gobierno con vigilias, cánticos y actos emotivos al recordar que llevan meses sumidos en la angustia, sin saber dónde y en qué condiciones están sus hijos, sus padres, sus hermanos y sus amigos.
En medio de un clima adverso, familiares de los rehenes y de israelíes asesinados criticaron que como ese tema ya no le da publicidad al premier, los rehenes ya no son su prioridad, al tiempo en que manifestantes recorrieron una infraestructura que simula los túneles en los que los islámicos ocultan a los rehenes desde octubre pasado, según el diario Times of Israel.
E insistieron en un cambio urgente, al exigir elecciones a más de un año del retorno de Netanyahu y respuestas firmes, pues siguen sin señales de vida de ellos y se frenaron las negociaciones con Hamas, pese a que en noviembre pasado intercambiaron a prisioneros palestinos por 105 rehenes, en su mayoría mujeres.
Tensión que aprovechó la organización rival para sumar incertidumbre. El vocero del brazo armado al Qassam, Abu Obeida, dijo que éstos ni siquiera están vivos, al sugerir que podrían haber sido asesinados, pues el ejército israelí admitió a finales del año pasado que mató por error a tres. Y horas después ese sector difundió otro video de tres rehenes.
En tanto, las tropas mantienen la intensidad ofensiva hacia el sur. Ayer, bombardearon por igual posiciones en Gaza y en Líbano con tanques y con aviones, acción en la que destruyeron sitios de lanzamiento rival, luego de que presuntamente Hezbolá arreciara la ofensiva aérea.
Y sin dar respuesta a las familias de los rehenes ni al mando enemigo, el premier Benjamin Netanyahu abundó que el conflicto persistirá, a escala letal, durante varios meses más. Luego de presentar una “enmienda presupuestaria”, porque, señaló, se requieren más recursos para garantizar la “seguridad y el futuro de la nación”.
La situación enardeció más a las víctimas, pues el líder sigue ignorando sus reclamos, y en su lugar, se empeña en reforzar la estrategia militar para desmantelar al grupo que les declaró la guerra desde el año pasado.
Los familiares cuentan con el respaldo de naciones que pugnan por la paz para sepultar el conflicto en Medio Oriente a cambio de quienes siguen en poder de Hamas, pero Tel Aviv rechazó otra vez llamados a un alto el fuego, especialmente ante las acusaciones de genocidio en su contra.