La crisis en Ecuador evidencia un Estado sobrepasado e instituciones débiles que ante la violencia inédita como la irrupción del narco en un canal de televisión no tuvo una respuesta acorde, mientras prevalece el miedo entre la población.
Ni la declaración de guerra del presidente Daniel Noboa contra 22 bandas ni el intento de replicar el modelo carcelario de El Salvador son la respuesta, coincidieron los internacionalistas Dora Isabel González y Eduardo Rosales, pues éste es un asunto de años y que afecta a más países de América Latina.
En entrevista con La Razón, González Ayala apuntó que Quito falló en su intento de contener lo que llaman “narcogolpe”, pues su actuación “fue muy mal planeada en muchos sentidos”.
A juicio de la académica de la UNAM el modelo de Nayib Bukele no es aplicable por diferencias territoriales y porque Ecuador es zona clave en el tráfico de drogas por sus puertos. Abundó, al comparar las medidas, que Noboa cometió fallos al usar la cuestionada pero “efectiva” estrategia desde el punto de vista del realismo político, pues a diferencia de Bukele no contaba con las cárceles adecuadas, que apenas ordenó construir, ni identificó a cabecillas rivales.
Al respecto, el profesor de la FES Aca-tlán asestó que ese plan parece una “salida riesgosa” y “puerta falsa” como última alternativa, pues lo hecho en una semana no resuelve la criminalidad de fondo y aviva la incertidumbre ante una postura autoritaria, ante un régimen de excepción al que recurrió El Salvador.
En estos choques entre el Ejecutivo, quien asemeja el perfil y estilo de Bukele, y criminales que usan las cárceles como bases de operación se van a los extremos con un control férreo desde un lado y autogobierno de delincuentes que escalan la violencia del otro al transformarse de pandillas a bandas y después a cárteles, pues esta crisis no es ajena en la región.
Por ello, Rosales recalcó que el desbordamiento le estalló a Noboa en menos de dos meses como líder, pero se arrastra desde las gestiones de Rafael Correa, Lenín Moreno y Guillermo Lasso, sin una política integral contra capos como el prófugo Adolfo Macías, Fito, líder de Los Choneros, a quien comparan con Joaquín El Chapo Guzmán, de México, y Pablo Escobar, en Colombia.
Además, ven otros riesgos. Dora Isabel González apuntó que falta ver cómo avanza la pugna en esos dos meses, si son capaces de llegar a un punto medio, pues ninguno cederá entre un alto el fuego temporal y medidas más radicales.
En este tema, Rosales reconoció que hay muchas debilidades a nivel institucional y Policías sin suficiente capacitación ni financiamiento, lo que contrasta con el expertise, financiamiento y hasta logística que gozan las bandas del crimen gracias al apoyo que les brindan cárteles mexicanos como el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Y ante una posible respuesta regional, explicaron que se requiere una mayor intervención de aliados, incluso EU, acto en el que México y Chile podrían convocar a mesas, ante dudas sobre un intervencionismo de Washington.