A su regreso de la gira por Medio Oriente y Europa, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, tuvo que cambiar de avión debido a una falla en el Boeing C-40 en el que viajaba, y que recuerda la revisión a la que se sometió a las unidades 737 Max 9 tras el desprendimiento de un panel en un vuelo de Alaska Airlines.
De acuerdo con medios locales, su personal identificó una “falla crítica” antes del embarque lo que generó un ligero susto y por motivos de seguridad la aeronave se quedó en tierra al corroborar que hubo una fuga de oxígeno.
Por ello, el funcionario retorno a Washington en una aeronave diferente a la que llegó a su última parada en el Foro de Davis, en Suiza; mientras que los reporteros que los acompañaban fueron enviados en un vuelo comercial, debido a que ésta era más pequeña y no tenía capacidad para ellos.
Cabe destacar que desde hace semanas Boeing se encuentra bajo la mira por temor a fallas en la fabricación o ensamble de piezas que pongan en riesgo a pasajeros, como ocurrió en Portland el pasado 5 de enero cuando su vuelo 1282 amerizo de emergencia tras una explosión. Dicha situación obligó a una inspección de aerolíneas en varios países para descartar posibles riesgos, acto en el que la firma estadounidense United Airlines reportó que halló pernos sueltos y otros errores de instalación.
Asimismo, se reportó que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) amplió las investigaciones en la materia, pues la emergencia involucra la manufactura de los aviones, mientras en Portland se confirmó el hallazgo de la pieza que se cayó en una zona urbana de Oregon.
Únete a nuestro canal de WhatsApp. En La Razón enviamos a tu celular lo más importante México y el Mundo, recuerda que una persona informada siempre tiene La Razón.
FGR