La intervención de la Policía de Uvalde al tiroteo en la primera Robb, en Texas, que dejó 19 niños y dos maestras muertas fue tardía, sin coraje y deficiente, según un severo informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Una revisión exhaustiva de 575 páginas sostiene que, pese al riesgo de un tirador activo, el 24 de mayo de 2022 hubo una “falla en cascada”.
Hecho que atribuyen al mando policial en la escena, Pete Arredondo, pues pese a la presión de familias y del personal, ingresaron al plantel 77 minutos después del primer disparo, evidenciando una acción “sin sentido de urgencia”, en la que prácticamente olvidaron su entrenamiento.
La autoridad fue contundente al reconocer que hubo múltiples fallas “críticas” y un nivel sin precedentes de desinformación, pues el líder provocó confusión y desorganización, pues no usaron las radios porque las consideró innecesarias y se malinformó a las familias, a las que inicialmente se les dijo que las víctimas sobrevivieron, pero ese día 21 familias perdieron a un ser querido.
Y es que el fiscal de EU, Merrick Garland, admitió que la mala actuación costó más vidas de las esperadas y declaró a las familias afectadas “merecían algo mejor”, al detallar que el tirador estuvo casi una hora en el salón con las víctimas, recalcando que se desaprovechó el tiempo, pues cada minuto perdido agravó el saldo letal.
Asimismo, resumieron esta acción como el “fracaso más significativo” en la historia de los tiroteos de la nación, por lo que exhortaron a tomar las lecciones incluso de una terrible tragedia, pues en una parte del texto se lee de manera enfática que “jamás” se puede tratar a un agresor armado como un sujeto atrincherado, pues ello le costó la vida a 21 personas en Uvalde.
Tras la divulgación del informe el presidente Joe Biden pidió nuevamente al Congreso tomar acción para quitar las armas de las personas de riesgo y prohibir la venta de rifles de asalto, pues con ello se evitará otro Uvalde.