Miles de ciudadanos se movilizaron en Alemania contra el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y su plan masivo de deportar a miles de migrantes, replicando propuestas extremistas y polémicas de Francia, Italia y Gran Bretaña.
Por segundo día consecutivo concentraciones de 40 mil y hasta 200 mil personas, según medios locales que citan a la Policía, abarrotaron plazas públicas e inmediaciones de oficinas de Gobierno en ciudades como Berlín, Munich y Colonia.
Ahí externaron su furia contra el sector que presuntamente fraguó un cambio de estrategia para expulsar a residentes irregulares y solicitantes de asilo.
A la población no le agradó el endurecimiento de medidas contra ese sector y, mucho menos, que tal acción se acordara en una supuesta reunión secreta, según una filtración del medio Correctiv, por lo que buscan obligar a la segunda fuerza a nivel nacional a recular en torno a sus acciones de tendencia fascista.
Incluso, amagaron con mantener los actos masivos, que ya consideran la peor movilización contra políticos ultraconservadores al superar en tamaño acciones similares en los últimos años.
Ello agrava el panorama en época electoral, pues tres regiones acudirán a las urnas en verano. Y es que la magnitud de las protestas sumó incluso a líderes del Gobierno que reconocieron el clamor mostrado contra los intentos de cerrarle las puertas a personas no nacidas en Alemania, pues el presidente, Frank-Walter Steinmeier, resaltó el valor mostrado para defender a la humanidad.
