Feminicidio

Exigen justicia por payasita migrante asesinada por una pareja en Brasil

La mujer venezolana viajaba en bicicleta apenas con lo indispensable, cuando en su camino se cruzó con las personas que le quitaron la vida

La payasita volvería a su natal Venezuela para reunirse con su familia.
La payasita volvería a su natal Venezuela para reunirse con su familia. Foto: Instagram, @luanamallet

Una oleada de protestas feministas se ha desatado en Brasil tras el feminicidio de Julieta Hernández, una migrante venezolana que viajaba en bicicleta como artista callejera, era muy común que actuara como payasita. Llevaba consigo solamente lo indispensable, pero nada la salvó de la maldad, fue asesinada por una pareja para robarle su teléfono celular.

Llevaba años viviendo en el “Gigante latinoamericano”, allí presentaba diferentes shows, con títeres, tocando el cuatro –una guitarrilla típica de Venezuela–, pero lo más frecuente era que se metiera en el personaje de “Miss Jujuba”, una payasita con enorme nariz roja que buscaba hacer reír a las personas.

El pasado 23 de diciembre pedaleaba con ilusión para reunirse con su madre en la frontera, pero de pronto desapareció, nadie volvió a saber nada de ella, sus amigos –artistas circenses también– comenzaron a buscarla y así se difundió la alerta de su desaparición, tras varios días de búsqueda fue hallada su bicicleta, hasta el 5 de enero su cadáver fue encontrado.

El feminicidio de la payasita 

Tras hallar el cuerpo de la mujer de 38 años comenzaron las investigaciones, así se descubrió que su último día de vida llegó a un refugio, poco antes se había comprado un teléfono celular gracias a una colecta, ya que lo ocupaba para trabajar, mientras lo veía, una pareja notó el dispositivo.

El hombre no solo le quitó su teléfono, también abusó sexualmente de ella, la mujer observó la violación y del “coraje” roció a ambos con alcohol y les prendió fuego, aunque él logro escapar de las llamas.

Además de quemarla, la mujer ahorcó a la víctima con una cuerda y la enterró en el patio. Un día después de que encontraran el cuerpo, los esposos Deliomara dos Anjos Santos, de 29 años, y Thiago Agles da Silva de 32, fueron detenidos.

Mientras la justicia venezolana pide un castigo ejemplar para los asesinos de Julieta, miles de personas han salido a las calles a protestar y exigir un alto a la violencia machista que cada año deja 1,300 víctimas de feminicidio.

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