La Policía británica identificó como Abdul Shokoor Ezedi al sospechoso que arrojó ácido contra su esposa y sus dos hijas en Londres el pasado 31 de enero.
Aunque solicitó apoyo de la población al difundir la fotografía del agresor exhortó a no acercarse a él y llamar de inmediato a Scotland Yard al reportar que la persecución se centra en Caledonian Road y el noroeste de Inglaterra, pues de rastreo que viajó desde Newcastle para cometer la agresión de la que se desconoce el motivo; los agentes consideran que, según las investigaciones, no pudo huir tan lejos debido a que escapó a pie luego de chocar su auto cerca de la escena del crimen. Además, precisaron que no es un residente local, lo que reduce la zona de búsqueda si no tenía un plan para evadir a los agentes.
Al difundir fotografías del agresor de 35 años, la Policía insistió en evitar el contacto al calificarlo de persona “peligrosa” como responsable de un “crimen horrible”, de acuerdo con declaraciones difundidas por la prensa local.
En una actualización se informó que Ezedi también sufrió heridas importantes, pues al arrojar el ácido a su mujer de 31 años y dos pequeñas de tres y ocho años el líquido le causó lesiones visibles en el lado derecho del rostro, según imágenes de cámaras de seguridad de la zona, pero no fueron los únicos afectados, pues también trasladaron al hospital a tres policías y cinco transeúntes que estaban cerca de las víctimas o intentaron ayudarlas, entre ellos huéspedes del hotel Clapham South Belvedere que estaba a unos metros del lugar, de acuerdo con el diario The Guardian.
¿Cómo están las víctimas?
Un día después de la agresión las autoridades confirmaron que la mujer y sus dos hijas, quienes no fueron identificadas, siguen hospitalizadas aunque sus vidas no corren peligro.
El superintendente de Londres, Gabriel Cameron, informó a la prensa que las tres se encuentran estables y recibiendo tratamiento, pero admitió que podrían tener secuelas de por vida por este tipo de sustancias químicas, especialmente la madre y la niña más pequeña, según informes oficiales. Tema en el que abundaron testigos, pues dijeron que la madre de inmediato se cubrió los ojos y sólo gritaba que no podía ver al tiempo que preguntaba por las niñas en medio del caos en el que algunos de los presentes intentaron perseguir sin éxito al sospechoso.
En tanto, siguen las investigaciones para dar con el agresor y determinar el móvil, pues ya se confirmó al nexo entre éstas luego de que un día antes se adelantara que era posible que el sospechoso conocía a la principal víctima.
JVR