Otra tregua con Hamas no será a cualquier costo, advirtió el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, al sostener que no cruzará “líneas rojas”, lo que inquieta a familiares de rehenes por limitaciones para recuperarlos.
Aunque el diario The Washington Post adelantó que la negociación por un cese el fuego era “fuerte”, el ultraderechista llamó a no caer en rumores de la prensa al admitir que “hay mucho ruido” y no cederá a cualquier precio.
El ultraderechista abundó que no admitirá el retiro de sus tropas de Gaza ni el fin a la guerra ni la excarcelación de terroristas al poner límites a la presión islámica, postura que apaga el ánimo en torno a la pausa humanitaria de seis semanas y reniega del éxito del intercambio con el que recuperó a 110 secuestrados en noviembre con apoyo de Qatar, pues su prioridad es liberar a los 136 retenidos.
Y asestó que no cederá ante condiciones que ya vetó, pero para no desanimar a quienes han criticado qué hace el Gobierno se comprometió con 18 de las familias a mantener el esfuerzo para recuperar a quienes ayer cumplieron 117 días cautivos, no sin antes recalcar que no proporcionará detalles del acuerdo hasta que sea firme, pues cualquier filtración sería contraproducente y frustraría la negociación.
Hay mucho ruido en los medios en torno a los esfuerzos por la liberación de más rehenes (...) estamos trabajando para obtener otro esquema para la liberación, pero no a cualquier costoBenjamin Netanyahu, Primer ministro de Israel
Al respecto, medios locales revelaron que admitió que trabaja en un esquema alterno, pues no se rendirá y tiene claro que le cerrarpa la puerta a cualquier amenaza a la seguridad nacional al rechazar todo riesgo pues está claro que no permitirá que se repita otra masacre ni que Hamas siga en Gaza, pues juró desmantelar a dicha organización criminal.
Declaraciones que se dan en medio de otra filtración. De acuerdo con Canal 12 el jefe de El Mossad, David Barnea, propuso al gabinete de guerra un acuerdo de 35 días para liberar diario a una persona al priorizar a los heridos y enfermos críticos, pero la agencia de espionaje no especificó cifras de palestinos a intercambiar, lo que difiere de lo propuesto por mediadores como Francia, EU, Egipto y Qatar, quienes esperan la respuesta de la resistencia islámica al planteamiento de París, en el que presuntamente sólo faltaba definir la entrega de soldados.
Pero el enemigo también se mostró reacio a cambiar su postura a casi cuatro meses de la guerra, pues para éste es clave la salida de las tropas de la Franja, lo que refutó Netanyahu y anticipa otro estancamiento en medio de nuevas críticas al rival, pues se destapó que trasladó miles de armas al usar a repartidores israelíes, así fingía enviar regalos a sus propias bases cuando en realidad trasladaba armas para sus combatientes.
Con ello se ensombrece más el panorama, pues pese a la insistencia de actuar las familias no ven avances tangibles y los rumores no se centran sólo en la tregua sino en ajustes en el Gobierno ante amenazas de sacar al premier.
En entrevista con Canal 12 el antecesor de Netanyahu, Yair Lapid, se dijo dispuesto a sumarse al advertir que una lucha política no puede dejar en vilo a los rehenes, pues dijo que su objetivo es salvar a las víctimas y no la gestión del primer ministro, pues admitió que esta guerra no necesariamente terminará con una “victoria absoluta”, como dijo el líder que parece aferrarse al cargo.
Además, varios críticos creen que Netanyahu sólo trata de desviar la atención y no descartan que sabotee la tregua, según declaraciones de familiares, para prolongar su mandato y culpar a Hamas del retraso; aunque otros lo defienden al justificar que no acepte esas condiciones, pues ceder sería fortalecer a Hamas sin garantías de que devuelva a los rehenes.
En este proceso destaca que el funcionario arremetió contra la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) al exigir que sea reemplazada tras desairar los llamados de organismos a reactivar el financiamiento al sector que calificaron como la “columna vertebral” para mantener la ayuda a las víctimas gazatíes.
En encuentro con embajadores europeos, Benjamin Netanyahu denunció que los representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no pueden seguir en la región luego de que se corroborara que fueron infiltrados por completo por el grupo terrorista que invadió Israel.
En tanto, sectores dependientes de la ONU abogaron por dar marcha a atrás a la suspensión de fondos al advertir que ello exacerbaría la catástrofe en Medio Oriente, como aseveró la Organización Mundial de la Salud (OMS), que apuntó que el castigo económico pega directamente a las víctimas de la guerra al paralizar el ingreso de insumos y alimentos a una región que acumula heridos y desplazados, pues más de 80 por ciento de la población ya no tiene casa.