La peor tormenta invernal en Nueva York en años dejó una capa de hasta 30 centímetros de nieve y paralizó a la entidad, pues al menos mil vuelos fueron cancelados igual que las clases para resguardar a millones de residentes.
Tras múltiples alertas que pronosticaban la caída de hasta cinco centímetros de nieve en horas críticas, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) confirmó que las regiones más afectadas como Nueva Jersey y Connecticut acumularon durante todo el día casi un tercio de un metro, lo que impidió la movilización de locales para ir al trabajo o por provisiones.
En algunos vecindarios también se registraron lluvias intensas que acompañadas por el temporal congelaron las carreteras, convirtiéndolas en caminos resbaladizos, por lo que la gobernadora Katy Hochul llamó a no arriesgarse y evitar salir si no era necesario ante la primera gran nevada en casi dos años, lo que Reuters denominó “sequía de nieve”.
Por separado, el alcalde neoyorquino, Eric Adams, reforzó las recomendaciones al advertir “no subestimen la tormenta”, ante el temor de que ésta provocara decesos con calles “peligrosas” ante la nula visibilidad por el severo clima que también obligó a cerrar varios negocios previo al Día de San Valentín.
En tanto, el portal Fligthaware contabilizó más de mil vuelos cancelados con origen o destino Nueva York, debido a que la tormenta cubrió pistas y aviones ya listos para despegar.
Dichas condiciones climáticas también frenaron otros transportes ante el riesgo de caminos resbaladizos y vientos que superaron los 100 kilómetros por hora, mientras que las autoridades desplegaron dos mil unidades quitanieve para liberar zonas afectadas.
Asimismo, para resguardar a casi un millón de estudiantes, el estado suspendió las clases presenciales y optó por retomar lecciones remotas como en la pandemia de Covid, acto que siguieron algunas empresas al exhortar a sus trabajadores a mantener labores a distancia.