La Casa Blanca calificó de “preocupantes” los planes rusos al confirmar que el régimen de Vladimir Putin obtuvo un arma antisatélite emergente, capaz de destruir objetivos enemigos.
Un día después de las alertas del Congreso por una “grave amenaza” que apuntaba a Moscú, el vocero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, rebajó las advertencias al sostener ante reporteros que, aunque la nación que desató una guerra en Europa adquirió equipo clave, de momento “no existe una amenaza inmediata a la seguridad”.
Explicó en conferencia que el arma mencionada aún no ha sido desplegada en el espacio, pero ya analizan cómo responder junto a sus aliados tras un encuentro con la llamada “banda de los 8”.
Incluso, ante las dudas que despertó el anuncio del presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Mike Turner, adelantó que por el nivel de alerta prevén un acercamiento con el Kremlin para conocer a detalle sus intenciones y obtener un compromiso diplomático de no usarla en su contra, pues admitió que ésta tiene la capacidad de atacar posiciones en tierra, no sólo en el espacio. Y llamó a ser cuidadosos sobre la información en la materia.
En tanto, otras voces en el Congreso piden una investigación en contra del republicano Turner por su imprudencia al levantar pánico, revelar información que asesores reconocieron que aún no estaba desclasificada y que no debía informarse a la población; sin embargo, se desconoce si aplicarán alguna sanción.