Un importante hospital en Alabama, Estados Unidos, detuvo temporalmente los tratamientos de fertilización in vitro (FIV), después de que la Suprema Corte del estado declarara a los embriones congelados niños legalmente reconocidos, evidenciando la preocupación por el fallo entre médico y proveedores sanitarios.
Por consecuencia, la Universidad de Alabama en Birmingham anunció este 21 de febrero que su División de Endocrinología Reproductiva e Infertilidad canceló los tratamientos de FIV mientras se evalúa el fallo.
Esta medida, según declaraciones de la portavoz Savannah Koplon, se toma ante la posibilidad de enfrentar consecuencias legales por seguir el estándar de atención para estos tratamientos.
El fallo de la Corte estatal, compuesta enteramente por jueces republicanos, permite que parejas demanden por la muerte injusta de embriones congelados que son destruidos en accidentes tras el precedente de una pareja que denunció un supuesto “homicidio culposo”.
Esta interpretación, basada en la "protección de los derechos del niño nonato" en la Constitución de Alabama, genera incertidumbre sobre el futuro de la FIV en el estado. Al respecto, el activista antiabortista y abogado Eric Johnston involucrado en redactar el lenguaje constitucional argumenta que el propósito inicial no estaba relacionado con la FIV, sino con el aborto.
Sin embargo, críticos advierten que la medida podría otorgar derechos legales a los embriones, ante lo que pacientes y proveedores de tratamientos de fertilidad, quienes se preguntan sobre el destino de los embriones congelados y el alcance de sus derechos legales en este contexto.
La situación actual trae un complejo dilema ético, médico y legal sobre el estatus de los embriones, cuestionando si deberían ser considerados como personas bajo la ley.
Y la comunidad médica y los grupos de defensa de los derechos reproductivos continúan evaluando el impacto a largo plazo de esta decisión, abogando por claridad legal en este delicado asunto.
(Con información de Montserrat Méndez)
JVR
