A días de otra prueba electoral, ahora en su natal Carolina del Sur, la aspirante a la nominación republicana, Nikki Haley, descartó abandonar la contienda, pese a la presión interna que busca favorecer al magnate Donald Trump, el claro favorito según las encuestas.
“Me niego a renunciar” y “no voy a ninguna parte”, fue la contundente respuesta que dio a simpatizantes, lo que generó apoyo durante un mitin tras insistentes llamados a dejar el camino libre al oponente, quien en cuestión de semanas enfrentará el primero de sus cuatro juicios penales en el país, esta vez por falsificar registros financieros de su empresa.
Ahí explicó a sus seguidores que no teme a las represalias del empresario ni de su partido, al descartar inquietud sobre su futuro político, pues asestó que no se convertirá en compañera de fórmula de Trump al ignorar las encuestas que la posicionan casi 30 puntos debajo del exmandatario en su entidad, pues apenas suma 33 por ciento contra 63 por ciento que le dan al político de 77 años.
La exgobernadora de Carolina del Sur insistió que tiene la capacidad de llegar a la Casa Blanca al resaltar su trayectoria y rechazar una coronación anticipada para el contendiente, quien ya la derrotó en Iowa y en New Hampshire, aunque ella comentó que logró acortar puntos allí.
Incluso, la también exembajadora en la era Trump aseveró que sin importar el resultado del próximo 24 de febrero mantendrá su postulación. Acto que refrendó en entrevista con The Associated Press, pues sostuvo que incluso aunque pierda otro round o el primer supermartes del año, programado para el próximo 5 de marzo, seguirá dando la pelea a un ensimismado, divisivo y muy mayor, al insistir en la edad del magnate conservador. Sin embargo, la primera cita del próximo mes será una verdadera evaluación para tomar decisiones.
En respuesta, la campaña de quien se apunta para arrasar en este proceso interno ironizó las declaraciones de Haley, pues en un pronunciamiento oficial la tachó de “perdedora”.
Incluso, aseguró que quien fue parte del equipo Trump hace años parece vivir “en una realidad alterna y negándose a aceptar su inminente mortalidad política”; pero ésta reivindicó que no seguirá los pasos de otros aspirantes como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien abandonó en enero pasado y luego externó su apoyo al antecesor de Joe Biden.
