La Asociación de Centros de Crisis de Violación en Israel presentó pruebas del uso sistemático de la violencia sexual de Hamas contra su pueblo.
Según la investigación que derivó en un expediente de 35 páginas, en 138 días de guerra se identificó que el rival no cometió los ataques de manera aislada, sino que lo usó como estrategia de control, según los relatos de sobrevivientes y testigos de estas atrocidades, de acuerdo con el diario Times of Israel.
El sector que exige el retorno de 136 rehenes sostuvo ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que los terroristas aplicaron esa estrategia contra asistentes del festival de música electrónica Supernova con una clara intención.
Por ello, lo replicaron en tres escenarios más: kibutz fronterizos, bases infiltradas y contra los retenidos al describir abusos contra mujeres y hombres por igual a punta de pistola, violaciones multitudinarias, mutilación genital y obligar a familiares a ver los actos sádicos.
Recuento con el que refutan la postura inicial del organismo que negó esas agresiones; sin embargo, se desconoce si el expediente abrirá una acusación para llevar a la justicia a los combatientes asentados en Gaza, a días de que las familias denunciaran a la resistencia islámica ante la Corte Penal Internacional (CPI).
En tanto, la guerra sigue y amenaza con alcanzar otro nivel, pues sin garantías de una tregua Tel Aviv no quita la mira del siguiente paso, una ofensiva contra Rafah, según el Ministerio de Defensa, pese a que ahí hay 1.3 millones de desplazados por este conflicto.
Y es que el escenario global parece alejarse más de la postura israelí, con nuevos choques por la brutalidad contra palestinos, cuestionamientos sobre la legitimidad de su defensa y hasta condenas por extender ataques, pues Siria exhibió que Fuerzas de Defensa israelí mataron a dos civiles en su territorio.