La explosión de una mina colocada por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) en el desierto sirio de Raqqa dejó al menos 14 personas muertas y 8 más heridas. El grupo de personas se encontraba en la zona recolectando trufas.
"Mientras algunos residentes recogían trufas en el desierto de Raqqa, explotó una mina plantada por grupos terroristas, lo que ha provocado la muerte a 14 ciudadanos y heridas de diversa consideración a otros 8", señaló el gobernador de la región, Abdul Razzaq Jalifa, a la agencia de noticias estatal siria SANA.
La jornada anterior, cinco personas murieron tras la explosión de otra mina de Estado Islámico en el distrito de Uqribat, en el este de la región de Hama, en el noroeste del país.
Durante los últimos diez días, al menos 31 personas han muerto por estas minas, colocadas por miembros del grupo yihadista para obstaculizar a los ciudadanos que intentan recolectar trufa, según datos recogidos por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres pero informante en el país árabe.
Los ciudadanos sirios suelen adentrarse en el desierto para recolectar trufas debido a su alto precio de venta en el mercado, que puede variar entre 200 mil libras sirias (unos 14 euros) y 500 mil libras sirias (unos 36 euros) por kilogramo, lo que se convierte en una buena fuente de ingresos para las familias más castigadas por la grave crisis que vive el país tras más de una década de guerra.
Con información de Europa Press
JVR
