La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y potencias descartaron enviar soldados a Ucrania, pues eso escalaría hostilidades con Rusia, régimen que advirtió que esta postura recrudece el conflicto.
“No hay planes para tropas de combate sobre el terreno en Ucrania”, sentenció el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, a The Associated Press al cerrar la puerta que abrió el presidente francés, Emmanuel Macron, tras llamar a alistarse en caso de que su homólogo, Vladimir Putin, amplíe la ofensiva.
Negativa a la que se sumaron más de 10 países, como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Polonia y el futuro miembro, Suecia, pues ello los arrastraría a un conflicto, el cual han evitado desde 2022 al ofrecer apoyo económico, humanitario y militar, como armas y equipo, a su aliado Volodimir Zelenski.
Por ello, España e Italia impulsan acelerar la entrega de material clave para vencer a los ocupacionistas y tomar distancia del plan de Macron. Así enfatizan que no habrá movilizaciones a sabiendas de que desatarían una reacción bélica, tema en el que aliados aclaran que la presencia previa de tropas fue por entrenamiento o para evaluar la reconstrucción.
Sin adelantar cantidades, plantean fortalecer a la resistencia tras el reciente reclamo del ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, quien en el segundo aniversario de la invasión recordó que sólo la mitad de lo ofrecido llega al instar a no detener el suministro, especialmente ante el retroceso de los suyos tras perder Avdiivka, pues se reportaron más repliegues cerca de la zona, mientras los rusos se aproximan a Bajmut.
Horas después, Naciones Unidas llamó a las naciones a abstenerse de la confrontación al descalificar la retórica francesa que sólo “inflama el conflicto”.
Pese al rechazo a su sugerencia, París atajó la reacción mundial al advertir que su declaración no fue una provocación. “No excluir no es una escalada”, asestó el titular de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, al defender al líder galo, pues puntualizó que éste sólo planteó una alternativa en favor de Ucrania.
En tanto, el régimen ruso amagó a Occidente que el traslado de militares desatará un “conflicto directo”.
De acuerdo con el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, contemplar esa opción es una alerta importante, pues enfatizó que desde hace tiempo enemigos plantean acciones en su contra más allá de las sanciones económicas.
Por separado, su canciller, Serguei Lavrov, calificó de “suicida” el plan de Occidente, aunque minimizó la agenda francesa, pues tal planteamiento no fue respaldado por la OTAN; en tanto, el embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, arreció las críticas contra EU al referir que tan sólo la insinuación tendrá consecuencias, sin anticipar éstas.