El presidente ruso, Vladimir Putin, repudió el plan de Occidente de desplegar tropas en Ucrania y advirtió que el “juego” enemigo apunta a una escalada nuclear, en la que su régimen tiene ventaja al contar con armas nuevas.
En su discurso sobre el estado de la nación, dejó en claro que responderán a cualquier provocación, pues el armamento especial del Kremlin es capaz de acabar incluso con civilizaciones, sin apuntar específicamente contra un país.
“Tenemos armas que pueden alcanzar objetivos en su territorio”, asestó frente a legisladores y la élite en Moscú al rechazar los comentarios de su homólogo francés, Emmanuel Macron, quien sugirió a dos años de la invasión ucraniana no descartar el envío de soldados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a la región para garantizar que Rusia no avance en sus planes bélicos.
Por ello, Putin recalcó a sus enemigos que no entienden el riesgo al que se adentran, pues aunque varios integrantes de la alianza transatlántica rechazaron el llamado del líder francés, señaló que de seguir por esa ruta sólo desatarán “consecuencias mucho más trágicas”.
Pues sostuvo que el daño será peor para Occidente que para el país más grande del mundo, pues a la par de esta guerra se han fortalecido al desarrollar armas hipersónicas de nueva generación.
Asimismo, aprovechó el mensaje para remarcar que su Gobierno no es el que busca una escalada, sino la “ceguera” de sus oponentes a causa de un “complejo de superioridad”. Quienes podrían resultar fuertemente afectados, al tiempo que ironizó las acusaciones infundadas de Estados Unidos en su contra, al desmentir el supuesto uso de armas nucleares en el espacio como adelantaron fuentes de Inteligencia hace días, mientras su ejército avanza hacia bastiones ucranianos para hacer que las tropas enemigas se sigan replegando.