Tras siete derrotas consecutivas, la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley consiguió su primer triunfo en las primarias ante el favorito a la nominación presidencial del Partido Republicano, Donald Trump.
La única contendiente del magnate obtuvo un impulso en Washington DC de cara al primer supermartes del año, pues le mostró a quien prometía arrasar que le puede arrebatar delegados y retrasar, al menos, la oficialización como el líder que enfrentará a Joe Biden en noviembre.
Y resalta que ésta fue una victoria contundente para Haley con casi el doble de la preferencia sobre quien sigue dividiendo su tiempo entre la campaña presidencial y varios procesos legales.
Quien hace días tropezó en su estado natal cerró ayer con 62.9 por ciento de la preferencia frente a 33.2 del líder en una comunidad ampliamente urbana, donde un gran porcentaje de la población tiene título universitario y prefiere a los demócratas, lo que recuerda que Biden superó la interna de 2020 con más de 90 por ciento del voto. Con ello, la diplomática se quedó con los 19 delegados en disputa para sumar 43 frente a 244.
El amplio margen que esta vez fue favorable para Nikki contrasta con los pronósticos que presumía el expresidente en redes sociales. Pues días antes de las primarias de ayer el empresario publicó en Truth Social una lista de sondeos que lo posicionan como puntero.
Según la publicación se estimaba que lograría 75 por ciento del sufragio contra 24 por ciento de la única mujer que intentó hacerle sombra, pero no fue así.
Pero también evidencia que el propio Trump fue crucial en el rechazo de una zona donde sabe que no es favorita. En repetidas ocasiones tildó a la región de “pantano”, donde repitió la derrota de 2016 cuando apenas rebasó 16 por ciento del apoyo local.
Sin embargo, dicho resultado no genera impacto en la ruta hasta el momento ni en los pronósticos para mañana, pues la mayoría de medios estadounidenses y analistas estiman que Trump retomará su paso triunfal, mismo que Haley busca al menos obstaculizar.
Además, en la cita que unirá a 16 estados prevén que Donald Trump se acerque al umbral de los mil 215 funcionarios para ser el elegido gracias al apoyo de regiones clave como Texas, una de las entidades que más delegados entrega por su tamaño, misma que visitó recientemente para aproximarse a temas fronterizos. En esa región recalcó sus políticas antimigrantes y su retórica contra el sector al que tacha de criminales y terroristas, a la espera de la Convención Nacional Republicana.
En tanto, la vocera de la campaña de Haley, Olivia Perez-Cubas, resaltó que lo de ayer también fue la primera victoria para una mujer conservadora en la historia del país, acto que aprovechó para lanzarse contra el rival, un hombre mayor y colérico, quien ayer confundió de nuevo a Joe Biden con el exmandatario
Barack Obama.
Previamente, Haley descartó su retiro del proceso, así como apoyar al aspirante republicano, como ya lo hicieron otros, al sostener que nada la obliga a ello y no es algo en lo que piense de momento, mientras su rival presumió las victorias del fin de semana, pues la venció en Missouri, Michigan e Idaho.