El total de niños fallecidos en Gaza por la guerra entre Hamas e Israel supera las víctimas que han dejado otros conflictos a nivel mundial en cuatro años.
Para la Agencia para los Refugiados Palestinos de la Organización de las Naciones Unidas (UNRWA, por sus siglas en inglés) ese choque se convirtió en “una guerra contra los niños”, pues desde octubre se registran 12 mil 300 decesos de menores en medio de fuertes combates con misiles y disparos entre el ejército y el grupo islámico.
Esa cifra representa que en territorio palestino se pierden unas 70 vidas de infantes en promedio al día, un ritmo acelerado si se compara con las 12 mil 193 muertes documentadas en otras latitudes entre 2019 y 2022.
Además, dicho sector es casi la tercera parte de las víctimas letales en la Franja, pues según datos de la Autoridad Palestina han muerto en fuertes ataques que incluyen escuelas, hospitales y viviendas más de 31 mil civiles, aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sostienen que más de 10 mil son terroristas o aliados de la resistencia islámica.
Al respecto, el comisionado de la UNRWA, Philippe Lazzarini, recriminó a ambos bandos que en esta lucha sin fin, pues no se ha concretado una nueva tregua, está en juego la infancia y el futuro de miles de menores, según un mensaje en su cuenta de X.
Reclamo que no tuvo eco en Israel, región que busca ampliar sus operaciones militares para acabar con los terroristas, pues no descarta avanzar a Rafah, cerca de Egipto, de acuerdo con el Ministerio de Defensa, acción en la que prevén trasladar a miles de refugiados a islas, acorde con un plan divulgado por el vocero de las FDI, Daniel Hagari.
La falta de posicionamiento sobre esa acusación, confirma el choque entre el Gobierno de Medio Oriente y la ONU, pues el primero acusó a trabajadores de esa oficina de ser cómplices de Hamas al secuestrar y ocultar a rehenes.
En tanto, Lazzarini agregó que ayer en un nuevo ataque contra uno de los pocos centros de distribución de alimentos que operan en la zona murió un trabajador humanitario, con lo que suman 165 miembros de las Naciones Unidas asesinados en un escenario sin precedentes, pese a que seguían en la zona para distribuir alimentos y medicamentos a miles de refugiados que están al borde de la hambruna.
Según denuncias recientes del Fondo para la Infancia (Unicef) en cinco meses también murieron 25 personas por “desnutrición aguda grave y deshidratación”, de las que 21 son niños, según un comunicado. Ello evidencia las terribles condiciones que enfrentan en una zona donde ya no hay refugios y la ayuda llega a cuentagotas, mientras países prometen enviar insumos y mantener la presión para lograr el cese del fuego y la liberación de los 134 rehenes.