El líder del Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, instó a Israel a convocar a elecciones para recuperar la paz a cinco meses de la guerra que desató Hamas; lo que provocó una oleada de críticas tanto en ese país como en Medio Oriente.
En un fuerte discurso al asumir el peso de ser el funcionario judío de mayor nivel en Washington, el demócrata admitió que llegó el momento de que el primer ministro en la región, Benjamin Netanyahu, se haga a un lado y abra oficialmente la ruta por una solución de paz duradera que, asestó, debe incluir la creación del Estado palestino.
A 160 días de la masacre de la resistencia islámica sentenció que el premier en vez de ser el mando que necesita su pueblo para revertir ese escenario se convirtió en un obstáculo más al priorizar su continuidad en el poder sobre el interés nacional; una severa crítica que coincide con una del presidente Joe Biden quien aseveró que el israelí ha hecho más daño que bien en los últimos meses.
Y ante lo que ve como su inminente caída como “paria”, Schumer le pidió a Netanyahu a asumir un papel más activo y permitir que la comunidad judía elija a otro líder, como plantean hasta las familias de los rehenes, quienes exigen su renuncia, al precisar: “Dicen que la definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando un resultado diferente”, pues el primer ministro no ha cambiado su estrategia.
Por lo que el estadounidense abundó que en este conflicto Netanyahu se caracterizó por bloquear los avances e ignorar un plan sobre “el día después” igual que la ultraderecha en ese país, la organización islámica y la Autoridad Palestina, culpables de arrastrar a Gaza y a Cisjordania a esta violencia, la peor en años.
Incluso, asestó que en esta debilitación institucional tiene que ver su gabinete, pues se lanzó directamente contra ministros radicales como el de Finanzas, Bezalel Smotich, y de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, a quienes acusó que son claros en su deseo de desplazar a los palestinos. Pero recordó que también hay fanáticos del otro lado.
El congresista recalcó que no hay tiempo que perder cuando hay 134 personas secuestradas en Gaza. Enfatizó que la brutalidad de Hamas “nunca lo olvidaremos”, pero ni los palestinos ni los israelíes merecen sufrir por este choque en el que han muerto más de 32 mil personas, según datos del ejército israelí y los palestinos, último sector que ayer nombró a un nuevo primer ministro al dar el siguiente paso que reclama el mundo para tomar el control y echar a los yihadistas.
Sin embargo, Netanyahu no respondió a la confrontación desde EU y prefirió enfocarse en el campo de batalla. Ante sus soldados recalcó que la intención de su Gobierno es que las Fuerzas de Defensa (FDI) sigan avanzando en la Franja hacia Rafah, al extender las operaciones terrestres cerca de la frontera con Egipto, en medio de nuevas acusaciones de ataques contra presuntos refugiados que esperaban comida y otros insumos.
Pero su fuerza política, Likud, salió en su defensa al recriminar la postura injerencista de la potencia que se sumó como mediadora a las negociaciones junto a Egipto y Qatar desde hace semanas.
Según una publicación del diario Jerusalem Post, éste sentenció que “Israel no es una república bananera”, al exhibir los intentos de EU de aumentar la presión en las decisiones de ese Gobierno, pues tal postura es casi un intento de derrocamiento, por lo que pidió al senador Chuck Shumer abstenerse de “socavar al Gobierno israelí”.
Pese a la disputa interna, el líder opositor y expremier Naftanli Bennett, fustigó las declaraciones desde el Congreso estadounidense al recordarle al aliado que su nación es independiente y no acepta tales intromisiones.
En contraste, el también opositor y antecesor de Netanyahu, Yair Lapid, dejó en claro que las malas decisiones del primer ministro han alejado incluso a sus aliados, pues ya ni Estados Unidos lo respalda, al insistir que la única vía para salir de la violencia y el estancamiento es un cese el fuego y garantizar la creación del Estado palestino desmilitarizado.
Pero las críticas no sólo provinieron de Medio Oriente sino de Washington, pues republicanos en el Senado cuestionaron al líder de la mayoría en dicho recinto por la postura sin precedentes, pues el discurso de casi 45 minutos fue casi como empujar su destitución.
Al respecto, el líder conservador en dicha Cámara, Mitch McConnell, calificó el mensaje de Schumer de “grotesco e hipócrita” al exhibir a uno de sus aliados y por ir en contra de éste; incluso, exhibió “de ninguna manera podemos tratar así a otras democracias”, lo que recuerda que este año la potencia tendrá comicios para elegir al futuro Ejecutivo, entre Joe Biden, quien va por la reelección, y el magnate Donald Trump.
Horas después se reportó que Hamas entregó una lista de demandas en busca de sellar el acuerdo que permita poner fin a las ofensivas que comenzaron en octubre pasado. Qatar, encargado de entregar el documento a Israel, consideró que es un paso razonable, pero la oficina de Netanyahu tachó las demandas de “ridículas”, en torno a la propuesta que prevé un intercambio de rehenes por prisioneros, sin exponer detalles, así como mantener la ayuda humanitaria para miles de refugiados, el regreso de los desplazados a sus viviendas en la Franja y la retirada del ejército israelí de ese territorio.
Pero falta la respuesta oficial para ver si en pleno Ramadán ambas partes son capaces de sellar un entendimiento para cesar el fuego y recuperar la estabilidad en esa región.