En Laboule y Thomassin

Violencia de pandillas en Haití deja una docena de muertos

La ola de violencia no cesa en Haití y esta vez azotó dos vecindarios de clase alta en la capital la madrugada de este lunes 18 de marzo

Violencia de pandillas en Haití deja una docena de muertos.
Violencia de pandillas en Haití deja una docena de muertos.

La ola de violencia no cesa en Haití y esta vez azotó dos vecindarios de clase alta en la capital la madrugada de este lunes 18 de marzo, hecho que dejó al menos una docena de personas muertas y pánico entre los residentes.

Los ataques se produjeron en las comunidades de Laboule y Thomassin, donde los pandilleros saquearon viviendas mientras algunos habitantes imploraban por la intervención policial a través de emisoras de radio.

Un fotógrafo de The Associated Press presenció la escalofriante escena con al menos 12 cadáveres esparcidos por las calles de Pétionville, justo debajo de las comunidades elevadas.

De los cuerpos uno estaba boca arriba rodeado por cartas esparcidas, mientras otro se encontraba boca abajo dentro de un camión utilizado como taxi, conocido localmente como "tap-tap".

Por lo sucedido, la conmoción se apoderó de la multitud y una mujer se desmayó al descubrir que uno de los fallecidos era un familiar.

En tanto, los ataques siguen generando temores de que la violencia de las pandillas persista a pesar del anuncio del primer ministro, Ariel Henry, de renunciar una vez se establezca un consejo de transición, una demanda de los grupos delictivos.

Sin embargo, las disputas políticas y la resistencia de ciertos sectores obstaculizaron la formación de dicho ente presidencial, por lo que se prolongó la inestabilidad en el país.

La situación se agrava por el deterioro de los servicios básicos, pues la compañía eléctrica de Haití reportó la destrucción de cuatro subestaciones en la capital y otras zonas, dejando gran parte de Puerto Príncipe a oscuras, incluyendo áreas vulnerables como Cite Soleil y un hospital.

A pesar de los esfuerzos del Gobierno por contener la violencia, incluida la extensión del toque de queda nocturno, la situación en Haití sigue precaria, ya que la demora en la implementación de medidas efectivas y la falta de coordinación política continúan alimentando el ciclo de violencia, dejando a la población en un estado de vulnerabilidad y desesperación.

(Con información de Montserrat Méndez)

JVR

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