Ven ilegalidad en territorios ocupados

Reelección de Putin exalta el repudio global por represión

Ministros europeos critican la simulación en un escenario político cada vez más reducido; rivales recalcan que esta jornada no fue ni justa ni libre, pero regímenes aliados felicitan al líder ruso

Centros de votación altamente vigilados exponen el nivel de intimidación en las elecciones el pasado 17 de marzo.
Centros de votación altamente vigilados exponen el nivel de intimidación en las elecciones el pasado 17 de marzo. Foto: AP

Gobiernos de Occidente descalificaron la reelección del presidente ruso, Vladimir Putin, al exhibir que el récord de votación que presumió el régimen es sólo la evidencia de una “represión sistemática” en medio de la guerra.

La Unión Europea, Estados Unidos y observadores señalaron que la jornada de tres días fue otro “simulacro” y “farsa”, pues se anticipaba un amplio triunfo para el líder del Kremlin mucho antes de los comicios, en los que finalmente concretó su continuidad para 2030 con otro mando que asumirá el 7 de mayo.

Replicando las declaraciones del mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, el bloque de 27 naciones mostró su repudio a la conducta autoritaria.

“Estas elecciones se han basado en la represión y la intimidación”, expuso el jefe diplomático de la región, Josep Borrell, a nombre de los ministros de Exteriores en un tono crítico al exhibir que con tal de extender su poder usó a los territorios ocupados —Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia— para sustentar que arrasó en ciudades que hace año y medio eran ucranianas.

Estas elecciones se han basado en la represión y la intimidación. Su celebración en territorios ucranianos ocupados viola su soberanía
Josep Borrell, Jefe diplomático de la UE

Acto con el que Moscú, dijo, remarcó que no hay ninguna libertad, al acallar a disidentes, organizaciones civiles y a la prensa, pues sólo permitió la participación de tres contendientes y siguen las denuncias de medios independientes. En el último día en las urnas arreció la respuesta de fuerzas del orden ante la protesta “Mediodía contra Putin”, al arrestar y someter a votantes por anular su voto deliberada o intencionalmente.

Mientras que el grupo observador Golos, uno de los pocos presentes, dijo que el proceso fue una total violación a los derechos políticos al advertir “nunca habíamos visto una campaña tan alejada de las normas constitucionales”.

Ante lo que describieron como un “espacio político cada vez más reducido”, la UE declaró que “no reconocerá nunca la celebración de las llamadas ‘elecciones’ en los territorios de Ucrania ni sus resultados”, según un comunicado ante la violación de derechos, al tiempo que instó a Putin a cesar la agresión contra Kiev y retirar a sus tropas, en referencia a la invasión que comenzó en 2022.

Por separado, líderes europeos ironizaron sobre el aplastante triunfo de un mandatario que no se detendrá, como acusó Zelenski. El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, calificó lo ocurrido como un simulacro ajeno a estándares democráticos; mientras que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michael, explicó que esa victoria era un hecho, sólo faltaba el porcentaje, que al final resultó el mayor para Vladimir Putin, según registros electorales.

Pero ésta no fue la única región que condenó la ilegalidad. Washington aseveró que esos comicios “no fueron ni libres ni justos”, y su vocero del Departamento de Estado, Vedant Patel, adelantó que no habría felicitaciones tras ironizar que la cita tenía al borde del asiento a Vladimir Putin para definir su futuro.

Las elecciones se celebraron en un espacio político cada vez más reducido, lo que ha dado lugar a un aumento alarmante de violaciones de los derechos civiles y políticos
Ministros de Exteriores de la UE

No obstante, la Casa Blanca admitió que el líder ruso sigue al frente de la potencia, aunque recalcó sus dudas sobre los criterios de libertad, tema en el que Moscú enfatizó que la postura de EU era esperada, pero no los hizo tambalear.

Y es que ni las críticas lo inquietaron, pues un día después de la tan cuestionada victoria celebró junto a la población con un evento masivo para conmemorar el décimo aniversario de la reunificación de Crimea, territorio que se anexó ocho años antes de invadir la nación vecina y que también despertó el rechazo global.

Durante el desfile, el presidente destacó que la “nueva Rusia” ratificó la unidad al sumarse al respaldo a su próxima gestión para trabajar codo a codo recalcando que dichas zonas le pertenecen y hasta adelantó un proyecto para conectar por ferrocarril la península con Donbás, para sellar la propiedad del corredor clave en pleno conflicto.

Junto a sus contendientes, quienes ni siquiera superaron los dos dígitos de la preferencia electoral, Putin reconoció que más allá de ser el ganador hay coincidencia en las prioridades, como en el terreno militar, evidenciando que no hay oposición y al enviar un fuerte mensaje a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al agitar nuevamente una escalada nuclear con miras a una Tercera Guerra Mundial.

En contraste con las críticas de éstos, regímenes aliados como China, Norcorea e Irán se unieron a las felicitaciones de gobiernos latinoamericanos; mientras que el régimen resaltó el respaldo de Libia, Turquía y Arabia Saudita, entre otros.

Horas después de la reunión de ministros, la Unión Europea impuso nuevas sanciones contra el Kremlin.

Aunque inicialmente anunció una serie de consecuencias ante la ilegítima reelección, el bloque castigó a 30 funcionarios rusos por su presunta participación en el asesinato del líder opositor ruso, Alexei Navalny, quien falleció el pasado 16 de febrero en prisión. Sin revelar los nombres de los cómplices de Putin, como acusaron aliados del activista, puntualizó que éstos pagarán por acabar con el único crítico en el país.