Los alegatos de la defensa de Donald Trump rindieron frutos al retrasar el pago de la multa millonaria por fraude fiscal en Nueva York y disminuirla a casi la mitad.
El día en que vencía el plazo para liquidarla el monto de más de 450 millones de dólares, una corte de apelaciones permitió que el magnate que aspira a la presidencia de Estados Unidos pague 175 millones de dólares, aunque el equipo del acusado de prácticas engañosas pedía sólo 100 millones.
Pese a la victoria, sólo tiene 10 días para cumplir tras quejas del empresario, sus hijos y defensores sobre la irrisoria cantidad, pues ninguna aseguradora los respaldó al admitir que carecían de ésta en efectivo; incluso su hijo Eric aseguró que pretendían llevarlos a la bancarrota con tal de cortar su aspiración política.
Pero Trump afirmó a la prensa que tiene el dinero disponible, pero que le gustaría usarlo más en su campaña.
Con esta decisión queda en suspenso el plan de la fiscal de Nueva York, Letitia James, de embargar las propiedades del virtual candidato republicano a la Casa Blanca, pues desde la semana pasada se reportóque se alistaban los trámites correspondientes para ello.
Pero no todo fue favorable para Donald Trump, pues otras sanciones siguen vigentes como el escrutinio a sus negocios ante las irregularidades detectadas para obtener préstamos cuantiosos.
Más tarde, se reveló otro revés a quien protagonizará la revancha electoral con el presidente Joe Biden; pese a constantes intentos de retrasar cada juicio esa entidad fijó para el 15 de abril el caso de falsificación de registros comerciales por más de 30 delitos para sobornar con dinero de gastos legales a la actriz porno Stormy Daniels para evitar que hablara de la relación extramarital que tuvieron una década antes de buscar la presidencia.
El juez Juan Merchan, a quien tachó de partidista, informó que en menos de un mes se elegirá al jurado para dar inicio al que podría ser el primero de los cuatro juicios pendientes, al adelantarse a otro reprogramado por una revisión federal en torno a si goza o no de inmunidad.
Al respecto, el exmandatario federal se dijo dispuesto a declarar en este proceso injusto, pero no necesariamente para defenderse, pues asestó que incluso una condena “podría hacerme más popular”.
Aunque el político de 77 años confía en ser absuelto, reconoció en conferencia que hasta un fallo en contra, como una declaración de culpabilidad y sentencia, lo impulsarían en la carrera presidencial para demostrar que es víctima de una estafa y persecución política al responsabilizar de nuevo al Gobierno por tratar de evitar que regrese a la Casa Blanca en una supuesta interferencia electoral.
En tanto, sus defensores legales dijeron que aún se podría retrasar éste, sin abundar en cuál será su estrategia para conseguirlo, mientras queda en evidencia el complicado calendario electoral y judicial que le espera antes de las elecciones de noviembre.