Miles de israelíes se manifestaron contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la mayor movilización en su contra en la víspera de que se cumpla medio año de la guerra en Gaza.
El día en que el ultraderechista se ausentó para ser operado de una hernia, quienes rechazan sus políticas abarrotaron las inmediaciones de la Kneset o Parlamento, en Jerusalén, bajo la convocatoria “semana nacional de protesta” para externar su repudio, exigir su renuncia y que convoque a nuevas elecciones.
Según organizadores, 100 mil personas se sumaron a la mayor protesta contra el premier al demandar un cambio urgente en la nación, pues lo culpan de los retrasos en la negociación con el grupo terrorista Hamas para recuperar a los 134 rehenes que llevan 25 semanas retenidos en la Franja.
Con banderas azul y blanco y pancartas en su contra, en las que se veía el rostro del líder manchado de sangre, recriminaron su negativa a alcanzar una tregua con la resistencia islámica, como presionan países aliados. La población lo acusa de poner en riesgo a quienes están cautivos a costa de intereses personales, con tal de sostener un Gobierno que luce cada vez más debilitado, pues el mandatario Tel Aviv también ha sido cuestionado por opositores, como su antecesor Yair Lapid, fuerzas de coalición y hasta su gabinete de guerra.
Por ello, al grito de “elección ya” avanzaron de la sede del Ministerio de Exteriores al Parlamento, para exigir la salida del político al que ven como obstáculo, como sentenció hace días el presidente estadounidense, Joe Biden.
En la zona ciudadanos realizaron quemas para recalcar su rechazo a su plan bélico, pues afirman que, pese a su compromiso de agotar esfuerzos para traer de vuelta a quienes están sometidos por terroristas, Netanyahu está más enfocado en el conflicto que en las víctimas, pues ayer en un discurso en cadena nacional recalcó: “Entraremos en Rafah y eliminaremos allí a los batallones de Hamas”, lo que va en contra del llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Al respecto, las familias de los secuestrados le reprocharon que privilegie la guerra sobre la vida de quienes fueron sacados por la fuerza de sus casas y del festival de música Super Nova el pasado 7 de octubre, aumentando la tensión a nivel nacional.
Y resalta que con estas acciones varios familiares de los retenidos rompieron con sus protestas en la Plaza de los Rehenes para sumarse a este plan e instalarse afuera del Parlamento.
Los disidentes amagaron con una megaacampada por cuatro días, tema en el que Times of Israel reportó al cierre de esta edición que se instalaron 100 casas de campaña para pernoctar ahí y aumentar la presión sobre el primer ministro, mientras otros insisten en redoblar las movilizaciones hasta que se vaya.
Por ello, algunos manifestantes, entre ellos sujetos con el rostro cubierto, trasladaron sus reclamos a carreteras y otros puntos de Jerusalén y otras ciudades para bloquear el paso de autos y atraer más voces a su movimiento, lo que desató confrontaciones con la Policía y persecuciones, con un saldo de al menos una persona detenida.
Aunque no hubo respuesta directa del político de 74 años, a quien intervinieron un día después de detectarle una hernia, éste rechazó los demandas de sus críticos. Aseveró que convocar a comicios sólo paralizaría al país por hasta ocho meses, al tiempo que reiteró que cada día están más cerca de vencer a Hamas.
No obstante, Netanyahu enfatizó a quienes aguardan por el retorno de sus padres, hijos o parejas que hará lo posible para que tanto civiles como soldados regresen, al admitir que esa tragedia le desgarra el corazón.
Pero no abundó en detalles para lograrlo, al fijar la mira en sus Fuerzas de Defensa (FDI) para que desmantelen a los yihadistas con nuevos despliegues, como uno en el que atacaron a civiles cerca de un hospital, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y la polémica en Medio Oriente no acaba, pues en el país también exigen terminar con los privilegios de la excepción militar a judíos ultraortodoxos y garantizar un reclutamiento igualitario en plena guerra, pues en casi 180 días su ejército ya perdió a unos 600 soldados.
Papa aboga por alto al fuego
En plena Pascua, Francisco I urgió a un alto al fuego a Israel y Hamas al sumarse a la reciente resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Ante una guerra que sigue cobrando vidas inocentes y agravando la crisis humanitaria, el Pontífice aprovechó la misa del Domingo de Ramos para insistir en acciones concretas para acabar con el sufrimiento en la Franja y liberar a los rehenes en poder de los islámicos.
“La paz no se construye nunca con las armas, sino tendiendo la mano y abriendo el corazón”, abundó el líder católico desde la Plaza de San Pedro en medio de problemas de salud al rememorar en plena Pascua que el camino que nos enseñó Dios es el de la reconciliación y la fraternidad.
Además, el líder argentino señaló que aunque los ojos del mundo están puestos sobre Gaza ésta no es la única zona atrapada en una guerra, al dedicar sus oraciones también a Ucrania, Siria y Haití; incluso, en el primer caso planteó un posible intercambio de prisioneros entre el Gobierno de Volodimir Zelenski y el régimen de Vladimir Putin a más de dos años de la guerra.