La Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó ayer un informe en el que dio a conocer que 53 mil 125 personas han huido de la capital de Haití, Puerto Príncipe, en menos de tres semanas, la gran mayoría para escapar de la violencia de las pandillas. Más del 60 por ciento se dirige a la región rural del sur del país caribeño, lo que preocupa a los funcionarios de la organización.
“Nuestros colegas humanitarios subrayaron que estos departamentos no tienen infraestructura suficiente y las comunidades de acogida no tienen recursos suficientes para hacer frente al gran número de personas que huyen de Puerto Príncipe”, afirmó el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
La organización también señaló que más del 90 por ciento de los haitianos que salieron de la capital han estado hacinados en autobuses, arriesgándose a viajar a través de territorio controlado por pandillas, donde se han reportado violaciones en grupo y hombres armados abriendo fuego contra el transporte público.
La región sur, que todavía no se recupera del devastador terremoto del 2021, ya alberga a más de 116 mil haitianos que anteriormente abandonaron la capital, según el informe de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU.
Asimismo, más de mil 500 personas han sido asesinadas hasta el 22 de marzo y otras 17 mil han quedado sin hogar. Además, el transporte de bienes clave y la ayuda humanitaria a la capital del país se encuentran bloqueados.
Por su parte, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volken Turk, declaró en un videomensaje dirigido al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, que Haití está siendo testigo de un nivel sin precedentes de abusos contra los derechos humanos en medio de un estado de caos causado por la violencia de las pandillas.
En ausencia de un gobierno que funcione, Volken Turk señaló que se había producido un “aumento impactante de asesinatos y secuestros”, así como una violencia sexual generalizada que, advirtió, probablemente habría alcanzado niveles nunca antes vistos.
“La magnitud de los abusos contra los derechos humanos no tiene precedentes en la historia moderna de Haití. La escalada de violencia ha tenido un impacto devastador en la población. Todos los derechos humanos se ven afectados”.
Agregó que “la prioridad inmediata debe ser restablecer cierto grado de orden público para evitar mayores daños a la población a causa de la violencia y garantizar el acceso a asistencia humanitaria vital”.
De acuerdo con Volken Turk, casi siete de cada 10 haitianos que abandonaron Puerto Príncipe habían sido desplazados por la violencia de las pandillas. Asimismo, mencionó que a medida que los países vecinos endurecen sus fronteras marítimas, sólo cuatro por ciento de los habitantes de aquella nación caribeña querían emigrar, principalmente hacia República Dominicana, con la que comparte la isla conocida como La Española.
Sin embargo, el Gobierno dominicano ha reforzado la seguridad fronteriza, además de descartar campos de refugiados en su territorio y deportar a miles de personas de regreso a Haití.
