El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha defendido la entrada esta madrugada de un operativo policial en la Embajada de México para detener al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas al esgrimir que la condena previa contra Glas prevalece sobre una condición de asilado político cuya validez además fue disputada por el mandatario ecuatoriano.
"Ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político", ha hecho saber Noboa en un comunicado tras la operación policial efectuada por la Policía de Ecuador en la Embajada, un incidente que ha llevado a México a romper inmediatamente relaciones con el Gobierno ecuatoriano al entender la incursión como un ataque a su territorio soberano.
Noboa, en su nota oficial publicada en redes sociales una hora antes de que la ministra de Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, anunciara la ruptura de relaciones, esgrime que la diplomacia mexicana ha "abusado de las inmunidades y privilegios" al conceder al ex vicepresidente un "asilo diplomático contrario al marco jurídico convencional" antes de reiterar que Glas ya había sido "condenado con sentencia ejecutoriada y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes".
"Toda Embajada tiene una sola finalidad: servir como un espacio diplomático con el objetivo de estrechar las relaciones entre los países", ha hecho saber el presidente ecuatoriano antes de manifestar que "Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad".
Glas, cabe recordar, permanecía desde mediados de diciembre en la sede diplomática mexicana, donde ingresó argumentando temor por su seguridad y libertad personal. La Embajada lo acogió como huésped y sus abogados ya informaron hace semanas de que habían entregado una solicitud formal para el pedido de asilo político.
Esta maniobra del exvicepresidente se produjo después de que la Policía Nacional ordenara su detención para prestar declaración ante la Fiscalía por el caso de posible malversación de caudales públicos en la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, que dejó más de 670 muertos.
"Reiteramos nuestro respeto al pueblo mexicano que comparte nuestro sentir por la lucha contra la corrupción que afecta a nuestros países", concluye el comunicado de Presidencia de Ecuador.
Glas, cabe recordar, permanece desde mediados de diciembre en la sede diplomática mexicana, donde ingresó argumentando temor por su seguridad y libertad personal. La Embajada lo acogió como huésped y sus abogados ya informaron hace semanas de que habían entregado una solicitud formal para el pedido de asilo político.
Esta maniobra del exvicepresidente se produjo después de que la Policía Nacional ordenara su detención para prestar declaración ante la Fiscalía por el caso de posible malversación de caudales públicos en la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, que dejó más de 670 muertos.
Tras la declaración como 'persona non grata' a la embajadora mexicana en Quito y su posterior expulsión del país, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que su país concedería finalmente asilo político a quien fue vicepresidente de Ecuador con Rafael Correa durante diez años, el detonante de esta crisis diplomática que ha estallado con la entrada de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México.
Información de Europa Press.
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AM