Gobiernos del mundo aumentaron los llamados y la presión sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para desescalar la tensión con Irán y estabilizar Medio Oriente, pero la nación que desvió cientos de misiles aseveró que su respuesta será contundente.
Tras otra reunión del gabinete de guerra, el Canal 12 reveló que se planteó una reacción enérgica por la magnitud de la ofensiva masiva de la Guardia Revolucionaria al enfatizar que deben actuar para que la llamada “venganza” por un bombardeo a una embajada no se repita.
Al respecto, el premier israelí llamó a la calma, pero no para impedir que se agrave la situación; según medios locales el objetivo fue no apresurar una decisión, pues abundó ante el equipo conformado tras la masacre de Hamas que la respuesta debe ser efectiva y no “desde las entrañas”, hecho por el que la Fuerza Aérea ya está en alerta, pero sin órdenes hasta el momento.
Sin plazos ni definición sobre el futuro inmediato, en Tel Aviv surgen más voces que respaldan y promueven que se cobre el desafío del régimen de Ebrahim Raisi contras las Fuerzas de Defensa (FDI).
En un mensaje tras visitar la única base aérea alcanzada por los proyectiles enemigos, el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, recalcó que aún analizan cuál es la mejor opción para contraatacar sin desatar otra guerra. Y anticipó a la comunidad global que no hay duda que “encontrarán la respuesta” para que Irán pague por sus actos por tratar de anular la capacidad militar de los suyos.
Incluso, el mando militar comentó que esta ofensiva abrió la puerta a una mayor cooperación internacional contra la amenaza iraní. Resaltó que la mayoría de naciones han respaldado a su Gobierno, pues el fin de semana tres potencias, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, ayudaron a sus tropas a derribar los ataques enemigos, mientras que Teherán usó a milicias en Irak, Líbano y Siria —a las que presuntamente financia— para elevar la posibilidad de perpetrar duros golpes a esa región.
Ello pone en alerta a Irán, régimen que puntualizó que no busca ninguna tensión, al volcar la presión sobre Tel Aviv.
Según la oficina de Exteriores iraní la llamada Operación Promesa Verdadera se llevó a cabo con total apego a la Carta de las Naciones Unidas, misma que Raisi y otros líderes aplaudieron al asegurar que ésta rebasó sus expectativas por la precisión en la ejecución y hasta intimidación, aunque no abundó en los daños causados, pues Israel sólo reconoció una persona herida pues un arma evadió su Cúpula de Hierro.
Pero Irán advirtió que está listo para actuar si el ejército rival toma represalias en su contra, pues las Fuerzas Armadas recalcaron que responderán con cada vez más nivel, según declaraciones del vocero, el general Abulfazl Shekarchi, quien justificó el lanzamiento de misiles y drones al señalar que el régimen criminal y terrorista debía enfrentar las consecuencias de su agresión a inicios de mes.
Y abundó que, aunque no buscan escalar la situación, no dudarán en “cortar las piernas con más fuerza que la respuesta anterior al agresor y malvado Israel”, de acuerdo con publicaciones de las agencias IRNA y Tasnim, lo que hace temer una mayor confrontación, el uso de otro tipo de armas y hasta ataques a instalaciones nucleares, lo que ya ha ocurrido en la guerra que desató su aliado Rusia contra Ucrania.
Esa situación mantiene en vilo a decenas de naciones que por segundo día consecutivo abogaron por la mesura y por descartar represalias, hecho ante el que Teherán dijo que deberían reconocer su prudencia, pues el ataque duró sólo unas horas, aunque según Tel Aviv ayer interceptaron otras amenazas aéreas.
Y resalta que la mayor presión recae sobre Israel, región que mantiene desde hace medio año una guerra con Hamas.
Múltiples gobiernos tratan de contener a Netanyahu al aconsejar al premier que no actúe impulsivamente, mientras otros piden a connacionales resguardarse y, si es posible, abandonar ese país.
Aliados como EU, Francia y Reino Unido insistieron que es posible frenar la escalada y creen que podría ayudar incluso a acabar con la guerra detonada por la masacre de la resistencia islámica; especialmente París que pidió una tregua al menos durante los Juegos Olímpicos.
Y por la influencia iraní sobre esos grupos terroristas, estiman que la reducción de tensiones ayude a negociar con Hamas, al demandar un acuerdo para que Israel libere a los más de 130 rehenes que siguen cautivos en Gaza y detener la espiral de violencia.
Tema en el que el enemigo planteó tras casi 190 días de bombardeos e incursiones terrestres en liberar en una primera fase a 20 personas, la mitad del plan original, lo que parece confirmar que la cifra de sobrevivientes es muy baja, pues desde la semana pasada el rival admitió que no halla a víctimas suficientes para dar pasos firmes y concretar el alto al fuego permanente y el retiro de las tropas de Gaza que exigen al Gobierno de Benjamín Netanyahu desde octubre.