El director del penal El Rodeo, Damián Parrales, fue asesinado en Ecuador mientras se encontraba con su familia mientras la nación celebra un referendo para reforzar las medidas de seguridad ante la ola de violencia en el país.
El funcionario que llevaba menos de una semana en el cargo fue asesinado de varios disparos al interior de un restaurante en Manabí, y su cuerpo quedó tendido sobre la mesa en la que almorzaba con su familia, mientras que otra persona resultó herida.
Dicho crimen fue corroborado por las autoridades, pues el servicio penitenciario de Quito notificó en un comunicado que Parrales “fue víctima de un atentado”.
Y se reveló que testigos relataron que los sicarios huyeron en un motocicleta sin que se reportara más información sobre su paradero, investigación que ya asumió la Fiscalía ecuatoriana, pero hasta el momento sólo reportó que aún no hay detenidos.
Este crimen ensombrece la tranquilidad que prevalecía en una jornada en la que el gobierno de Daniel Noboa busca el respaldo de la población para que las Fuerzas Armadas refuercen a la Policía en tareas de seguridad sin la necesidad de imponer otro Estado de excepción y destaca quejes contra un funcionario de seguridad cuando se busca también aumentar las penas de prisión contra criminales por delitos como terrorismo, posesión de armas, tráfico de drogas y de armas, asesinato, secuestro y lavado de dinero, entre otros.
Además, las cárceles son foco de la crisis en Ecuador, pues desde ahí operan grupos del narcotráfico, lo que ha provocado choques de grupos rivales con cientos de muertos en los últimos años.