Quiso corromper el proceso, sostiene

Fiscalía de NY acusa a Trump de alterar elecciones en 2016

Defensa del magnate niega imputaciones en primer día de alegatos; sube al estrado su amigo David Pecker, quien planeó pagar a una actriz porno para no ensuciar su campaña

El magnate Donald Trump, al ingresar a la sala del tribunal de Manhattan, en Nueva York, ayer. Foto: Reuters

El soborno de Donald Trump a la actriz porno Stormy Daniels fue una conspiración para alterar las elecciones de 2016, acusó la Fiscalía de Manhattan al abrir los alegatos del primer juicio contra un exmandatario estadounidense, quien enfrenta 34 cargos por falsificar registros comerciales.

“Donald Trump orquestó un plan criminal para corromper las elecciones”, asestó el fiscal Matthew Colangelo en un intento por mostrar su conducta criminal y exponer la magnitud de los delitos, mientras el republicano se prepara para otra contienda presidencial.

A días de definir al jurado, la parte acusadora enfatizó que el objetivo del empresario que aspiraba por primera vez a la Casa Blanca era influir en los comicios al ocultar información que pudo costarle la derrota ante Hillary Clinton, hecho que no parece ajeno a él, pues están pendientes otros dos procesos penales ligados a comicios, por extorsión e interferencia, en Washington y Georgia.

Colangelo recalcó que ello fue un “fraude electoral, puro y simple” al sostener que el político sentado en el banquillo de los acusados mintió reiteradamente sobre sus actos y uso de fondos, ante lo que Trump hacía gestos, daba instrucciones a su defensa y dormitó otra vez, según la prensa, lo que pareció una señal de protesta por alterar su campaña y aprovecharon los dibujantes.

El fiscal dejó en claro que el exmandatario que vestía traje y corbata azul a juego “encubrió ese plan criminal” una y otra vez, pues se identificó que usó dinero de la campaña y sus empresas para silenciar a Daniels bajo el concepto de “gasto legal”, con tal de que nada empañara aquella aspiración presidencial.

Y es que éste se unió a su exabogado Michael Cohen y su amigo David Pecker, entonces editor del tabloide National Enquirer, en la Torre Trump un año antes de los comicios para orquestar un plan para evitar ese golpe mediático; ahí acordaron pagarle 130 mil dólares para no hacer pública la supuesta relación extramarital ocurrida una década antes, monto que Cohen le entregó.

Con esa información, la Fiscalía insistió ante el jurado que todo fue para no manchar su imagen, pues la noticia de una aventura con la también productora de cine para adultos le hubiera quitado un alto porcentaje de votos, especialmente de mujeres, tema en el que Matthew Colangelo abundó que a casi 10 años es imposible saber cuál habría sido el resultado sin la intromisión del magnate, quien libró dos impeachment.

. ı Foto: Gráfico: La Razón de México
. ı Foto: Gráfico: La Razón de México

Poco después la Fiscalía llamó a Pe-cker como primer testigo, para que el también exdirector de American Media y amigo de Trump relatara cómo se planificó todo, pues éste admitió recurrir al llamado “periodismo de chequera”, como hacía recurrentemente el medio, para comprar información, en este caso aquella negativa para Trump y así evitar que ésta se publicara en otros medios.

Sin embargo, su interrogatorio quedó a medias, pues el juez suspendió la audiencia por un tema médico ya agendado de un jurado, pero se espera que hoy abunde sobre las acciones para beneficiar a quien busca volver a la Casa Blanca, pues sabía que la prensa no dejaría pasar esa información.

Ayer, el magistrado, a quien insistentemente el republicano tacha de corrupto, permitió que se interrogue al acusado por otros problemas con la ley, en referencia a los procesos civiles que ya perdió, por fraude y conducta sexual inapropiada. Sin embargo, no queda claro si el empresario subirá al estrado.

En tanto, el acusado se vale de los medios que acuden al tribunal y redes sociales para atacar el juicio, pese a la orden de silencio. Muestra de ello es que se lanzó contra su exaliado Cohen, quien será llamado a declarar, al referir que éste actuó por sí solo y dichas acciones “no tenían nada que ver conmigo”, al deslindarse del uso de dinero de cheques que sí firmó y que los beneficios fueron para él.

Además, el considerado favorito en las encuestas para la revancha de noviembre próximo insistió que en vez de estar escuchando testimonios en torno a un caso que se desprende de un gasto legal bien etiquetado que ahora usan en su contra, debería hacer campaña de cara a la cita electoral.

En tanto, la defensa reiteró la inocencia de su cliente ante esta imputación.

El abogado Todd Blanche reveló en tono irónico un spoiler, al sostener que no hay nada de malo en intentar influir en unas elecciones, pues no sólo es legal sino normal, aludiendo a la democracia, y recalcar que en ese juicio se demostrará lo contrario que acusan los fiscales.

Y más tarde se reportó que se resolvió aceptar los 175 millones en el caso de fraude civil en la misma entidad, lo que impide a la Fiscalía neoyorquina, a cargo de Letitia James, decomisar bienes del magnate que presuntamente usó a bancos y aseguradoras para obtener beneficios económicos en préstamos al inflar el valor de sus bienes.