Refleja en carta el peso de los fracasos

Mando israelí dimite a 199 días de la masacre

Aharon Haliva reconoce que su reacción no estuvo a la altura de la misión; oposición pide a Netanyahu que replique acción; familias protestan de nuevo frente a la casa del premier

Israelíes realizan una ceremonia por las víctimas previo a la Pascua judía o Pesaj, ayer.
Israelíes realizan una ceremonia por las víctimas previo a la Pascua judía o Pesaj, ayer. Foto: AP

El jefe de Inteligencia militar de Israel, Aharon Haliva, renunció al cargo tras admitir que siempre pesará en él la carga y el dolor de la masacre de Hamas del 7 de octubre.

A 199 días de la peor ofensiva contra el pueblo judío, el mando militar recalcó su responsabilidad en el ataque al reconocer como propios los fracasos en seguridad que impidieron detener a los terroristas, quienes irrumpieron por aire, mar y tierra, mataron a más de mil ciudadanos y tienen retenidos a 134 de los más de 200 rehenes que se llevaron a Gaza.

Al evaluar las fallas, dijo que su división “no estuvo a la altura” de la misión, pues no advirtió la embestida que desató un “día negro”, según una carta difundida por el diario Times of Israel, con lo que el militar con casi cuatro décadas de servicio dio paso a las investigaciones.

Explicó que con ellas se esclarecerán los factores que llevaron al episodio más crítico bajo la gestión de Benjamin Netanyahu, luego de recalcar que el rival los sorprendió, lo que anticipa más repercusiones, a la espera del primer informe sobre los fallos para junio próximo.

La noticia fue corroborada por el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa (FDI), Herzi Halevi, en referencia a la primera dimisión desde que estalló la guerra contra la resistencia islámica.

Y apuntó que éste continuará en el cargo hasta que se designe a su sucesor, acto ante el que Haliva enfatizó que mantendrá en alto a las tropas, pues siguen los despliegues en la Franja, mismos que apuntan a una incursión en Rafah.

Pero resalta que no generó ningún cambio, pues siguen las críticas.

Incluso, el opositor Yair Lapid instó al premier a seguir los pasos del mando militar, al sostener en su cuenta de X que “sería apropiado que hiciera lo mismo”, pues tuvo mayor responsabilidad en la masacre y su guerra no ha logrado los objetivos, en referencia a la eliminación del enemigo y rescatar a quienes fueron secuestrados por los extremistas islámicos.

En tanto, las familias exigieron de nueva cuenta una tregua por sus padres, hijos o hermanos al manifestarse nuevamente afuera de la casa del premier para aumentar la presión en busca del acuerdo con su contraparte para intercambiar a rehenes por presos palestinos.

Hecho ante el que Netanyahu respondió con un mensaje en video que su compromiso sigue firme por traerlos de vuelta como se hizo con un grupo en noviembre pasado al enfatizar “no descansaremos hasta que cada uno sea liberado” y adelantar que hay más por venir, lo que apunta a medidas militares.

Y, en medio de la falta de avances, empeora el choque entre israelíes y palestinos, pues dos presuntos terroristas arrollaron a residentes en Romema, Jerusalén, e intentaron perpetrar un ataque masivo que no prosperó luego de que su rifle se atascó. Tras el fallo, los jóvenes se escondieron en un negocio cercano, pero finalmente ambos fueron detenidos y se les imputarán actos terroristas.

Tensión salpica a las universidades de EU

Defensores de los palestinos acampan en el campus de NY contra Israel.
Defensores de los palestinos acampan en el campus de NY contra Israel. ı Foto: Reuters

El choque por presuntos actos genocidas en Israel tiene en alerta a escuelas de Estados Unidos, pues ante nuevas protestas la Universidad de Columbia suspendió clases presenciales para garantizar la seguridad de la comunidad.

Tras arrestos de jóvenes pro-Palestina y acoso a alumnos judíos, la directiva del plantel de Nueva York optó por enviar a sus estudiantes a clases virtuales en un intento de calmar la tensión.

Sin embargo, la medida es temporal y siguen los cruces entre quienes justifican la libertad de expresión y quienes denuncian agresiones antisemitas; acto en el que los primeros parecen tener mayor repercusión con una acampada en casi la mitad del patio de la universidad.

Con ello, unos exigen al campus condenar a los supuestos genocidas, pese a que el gobierno de EU respaldó a ese aliado por su respuesta tras la masacre del año pasado.

En tanto, jóvenes de origen judío reclaman la falta de apoyo, pues la universidad admitió un comportamiento intimidatorio, pero sin poner alto a éste.

Y se teme que esas protestas se extiendan a otros planteles y sean más agresivas, pues anoche policías trataron de retirar a los llamados antiisraelíes, lo que genera alertas de que éstos escalen sus reclamos ante la reacción desproporcionada del ejército de Israel contra la comunidad palestina.