La fiscalía de Perú abrió el viernes una nueva investigación judicial contra la presidenta Dina Boluarte, horas después de que la policía arrestará a su hermano por un caso de presunto tráfico de influencias, elevando la presión sobre la impopular mandataria.
La Fiscalía dijo en su cuenta de X que iniciaría "diligencias preliminares" contra la presidenta y el ministro del Interior Walter Ortiz por desactivar un equipo policial que apoya a los fiscales que investigan casos de corrupción en el poder.
Este grupo especial fue desactivado por el Ministerio del Interior el jueves, un día antes de un operativo que incluyó el allanamiento de más de 20 inmuebles y en el que la fiscalía de casos de corrupción ingresó a la casa en Lima de Nicanor Boluarte, señalado como supuesto líder de una organización criminal con influencia para nombrar altos cargos en el poder, mostraron imágenes de la televisión local.
En otro punto de la ciudad el equipo de fiscales y la policía incursionó también en la vivienda del abogado Mateo Castañeda, acusado de buscar entorpecer las investigaciones y quien además asesora a la mandataria en un caso de presunto enriquecimiento ilícito —que enfrenta y niega Boluarte— por el uso de lujosos relojes Rolex.
Boluarte, quien participó en un foro internacional en Lima sobre democracia, afirmó en un discurso que confía en la justicia del país sin referirse directamente al operativo de la fiscalía y la policía, que aún se desarrollaba tras su inicio en las primeras horas del día.
"No nos vamos a distraer con asunto menores, creemos en la justicia, creemos en la razonabilidad de los que administran la justicia del país, y en esa línea el Gobierno seguirá apostando por la democracia y por respetar la Constitución", dijo.
El Poder Judicial informó en la red social X que se dictó la "detención preliminar contra Nicanor Boluarte Zegarra y otros por el plazo de diez días, en investigación por organización criminal", agregando que se autorizó el allanamiento de sus viviendas con fines de registros personales.
"Soy inocente" y "niego absolutamente todo", dijo Nicanor Boluarte, en medio de un enjambre de periodistas mientras era trasladado por la policía a una dependencia judicial.
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