Sigue la presión por un alto al fuego

EU admite “infierno” en Gaza, pero rechaza genocidio israelí

Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Biden, defiende al aliado, aunque repudia la ofensiva contra Rafah; Netanyahu insiste en acabar con “monstruos” de Hamas y promete recuperar a rehenes

Un convoy humanitario avanza hacia Rafah. Foto: Reuters

Pese a diferencias por la incursión en Rafah, Estados Unidos defendió a su socio Israel al rechazar las acusaciones de que esté cometiendo un genocidio en Gaza.

“No creemos que lo que está sucediendo sea un genocidio”, aseveró el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, a periodistas sobre los operativos lanzados por las Fuerzas de Defensa (FDI) contra la Franja en su intento por desmantelar y anular la capacidad del grupo terrorista Hamas.

Un gesto con el que la administración de Joe Biden mostró otra vez su respaldo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como un intento de apagar las críticas y descartar un rompimiento, pues días antes Washington suspendió el envío de armas para impedir que éstas sean usadas contra zonas pobladas y sugirió que usa municiones de manera desproporcionada contra civiles y hasta llamó a indagar posibles violaciones desde que estalló el conflicto.

66430aca2158f.png ı Foto: larazondemexico

Sin embargo, el representante de EU recalcó que la presión a Tel Aviv es para garantizar la protección de civiles inocentes al reconocer que la zona en guerra se convirtió en un “infierno” para millones de desplazados.

Por ello, Jake Sullivan ratificó dos compromisos de EU con Israel: vencer al terrorismo y redoblar esfuerzos para garantizar un alto al fuego tras un total de 35 mil muertos; aunque fuentes israelíes dudaban de los datos “poco confiables” de Palestina, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) corroboró el saldo de manera independiente, pero reportó casi a la mitad el total de niños y mujeres asesinados, al precisar que sólo siete mil 797 menores y cuatro mil 959 del otro sector fueron identificados oficialmente.

Y EU abogó otra vez por retomar el diálogo para alcanzar un acuerdo. Tras múltiples presiones al gobierno de Netanyahu, también se lanzó contra líderes islámicos al referir que si aceptan liberar a rehenes como exigen decenas de familias podrían dar pie a otra tregua, con beneficios para ellos.

Gráfico ı Foto: larazondemexico

Sin embargo, este proceso sigue estancado y los choques en la materia son visibles en el campo de batalla, pues ayer nuevamente se interrumpió la entrega de ayuda humanitaria. Según informes de Jordania, esta vez no fue el gobierno sino manifestantes que impidieron el paso de un convoy en el cruce Erez, en la frontera con Líbano, y, posteriormente, tiraron comida e insumos de los desplazados. En redes sociales circularon fotos y videos del momento en que varios sujetos toman cajas y las arrojan y patean a la carretera, mientras que otros rompen sacos de harina, un golpe duro ante advertencias de una severa hambruna, actos que el funcionario de EU tachó de “inaceptables”.

Y en medio de esos incidentes, Israel conmemoró el Día de la Independencia al rendir honores por segundo día consecutivo a sus caídos. En una ceremonia en la que se prendieron antorchas por ellos ahí y en varios de los kibutz atacados, el premier israelí recalcó que la guerra contra Hamas prevalecerá, mientras sus tropas se acumulan a las orillas del corredor humanitario de Rafah.

Desde un cementerio militar en Jerusalén, el líder sentenció que en este choque somos “nosotros o ellos: Israel o los monstruos de Hamas”, en un llamado para alentar a sus soldados y a miles de civiles a reforzar la ofensiva.

Disidentes tiran cajas y paquetes con ayuda humanitaria en plena carretera en el corredor Erez, cerca de Líbano. ı Foto: Especial

Pero también dejó en claro que sigue firme en la ruta para destruir la capacidad operativa del enemigo, pese a los reclamos de aliados por un escenario más crítico si avanza hacia Rafah y que los aleja más de recuperar a los 133 rehenes que siguen en poder del rival.

No obstante, el mandatario insistió ante los presentes que la prioridad es recuperar a salvo a todos los secuestrados o al mayor número, pero fue interrumpido por familias de las víctimas quienes le recriminaron que por su culpa ya no están y de nuevo la negociación por ellos sigue en pausa tras abandonar el diálogo en El Cairo.

Incluso, para mostrar su rechazo al primer ministro, algunas familias realizaron eventos alternos al apagar antorchas como reclamo del abandono y la indiferencia ante el dolor de no saber en qué condiciones están desde hace 220 días.