Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se adentran en Rafah, lo que anticipa una mayor incursión en el sur de Gaza, pero sin descuidar otros frentes ante nuevos incidentes en Jabalia y Líbano.
En plena conmemoración del Día de la Independencia israelí, palestinos denunciaron el ingreso de tanques a zonas residenciales en los límites con Egipto, según informes de Reuters; dichas acciones avivan el miedo entre los desplazados, pues en una semana la tercera parte de los hasta 1.3 millones de refugiados ya abandonaron ese cruce ante el inminente desastre humanitario si el ejército escala la afrenta ahí.
Y Tel Aviv enfatizó que ninguna advertencia frenará su plan para anular la operatividad rival al avanzar cautelosamente hacia el último gran refugio de los terroristas en la Franja, con miras a sorprender a líderes y perpetradores de la masacre del 7 de octubre que se ocultan en ese territorio entre miles de civiles, a quienes el mundo insta a proteger.
Las tropas de Benjamin Netanyahu justificaron el ajuste militar para acotar el poder de los terroristas.
Éstas precisaron que Hamas usa otra vez instalaciones de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) como “sala de guerra”, pues sus drones identificaron a sospechosos armados en una escuela en Rafah el pasado fin de semana, en otro posible choque por la presunta complicidad del organismo con el grupo radical islámico, pues hace meses denunciaron que éstos ayudaron a esconder a rehenes.
Según los videos difundidos, los rivales se mueven con naturalidad alrededor del complejo lleno de almacenes desde donde se distribuye ayuda humanitaria enviada por otros países.
Incluso, los yihadistas abordan autos rotulados con las letras UN, en referencia a las Naciones Unidas, y en varias tomas se ve cómo arrojan o esconden sus armas en ésos.
Ello hace suponer que aprovechan el equipo de personal humanitario para trasladar gente o suministros como si fueran los enviados especiales, aunque no queda claro si lo hacen con apoyo o tienen amenazados a esos trabajadores.
Pero las FDI ya solicitaron oficialmente una investigación urgente sobre el uso de dichos complejos, según una publicación en su cuenta de X. Acto que coincide con un reclamo reciente de la ONU por el crimen de un empleado de India tras ser alcanzado por un proyectil cuando viajaba en un convoy, evidenciando que no hay zonas a salvo en esta guerra.
Pero Israel insiste en desmantelar a la organización Hamas al enfocar todos sus esfuerzos en el punto fronterizo.
No obstante, rivales lo obligan a ampliar la mira a otros posibles focos rojos; pues luego de casi dos meses de tensa calma, tras el intenso choque en el Hospital Al-Shifa, los enfrentamientos escalaron en zonas que creían totalmente limpias de terrorismo, pues ayer asesinaron a varios combatientes cerca del campamento de Jabalia.
Acción que ven como señal de que la resistencia islámica intenta reagruparse para tomar el control de la zona central de la Franja posiblemente para dar un respiro a los disidentes refugiados en Rafah o hasta abrirles rutas de escape.
Pero Israel sigue firme en atacar cualquier amenaza rival, estrategia para la que tendrían un importante respaldo.
Pese a la advertencia de no enviar más armas se reportó que el gobierno de Joe Biden alista una transferencia de bombas de 900 kilos, tanques, vehículos tácticos y proyectiles con un valor total de mil millones de dólares, según revelaciones de medios estadounidenses; no obstante, la potencia mantiene su llamado a garantizar la seguridad de civiles en Rafah.
Pero destaca que la guerra no termina en Gaza al ir más allá de sus fronteras, pues Líbano aún es una amenaza importante, por lo que ayer Israel lanzó tres proyectiles contra posiciones estratégicas de Hezbolá a menos de 10 kilómetros de la frontera con ese vecino del norte.
Uno impactó un vehículo en la zona de Tiro y murieron dos personas que fueron declaradas figuras de alto nivel de esa milicia, pero poco después fuentes libanesas confirmaron que los eliminados fueron el comandante Hussein Makki y uno de sus guardias de seguridad.
Ello pone en alerta las fronteras, lo que recuerda que al sur sigue un roce con Egipto por el control del corredor y la entrega de ayuda humanitaria. Ante ello, ese gobierno incluso manifestó sus planes de dejar de mediar en las negociaciones por el alto al fuego y el retorno de más de un centenar de rehenes.