En el tercer día del diferendo diplomático, España advirtió a Argentina que no permitirá más insultos al anunciar el retiro de su embajadora en Argentina, María Jesús Alonso, acto que Buenos Aires calificó de “disparate”.
Ante las airadas críticas del presidente Javier Milei a su homólogo Pedro Sánchez y la primera dama, Begoña Gómez, a quien tildó de corrupta, y el rotundo no a disculparse, el Ministerio de Exteriores ibérico confirmó la crisis y adelantó que se quedará sin enviada, acto sin precedentes, pues según la prensa es la primera vez que escala el choque diplomático en 160 años.
El canciller José Manuel Albares precisó que su país no amenaza pero sí “toma medidas” ante la agresión de un jefe de Estado, pues más allá de la ideología éste aprovechó un viaje para insultar y cometer actos injerencistas, lo que obligó a llamar a consultas a sus diplomáticos.
Pero amagó que no caerán en el show del libertario, quien recurre a redes sociales para responder en vez de ofrecer una disculpa para poner fin a esta crisis.
Y es que este escenario parece no tener fin, pues al ser cuestionado por un posible veto al socio, Albares dejó entrever que no descartan ninguna acción.
Desde La Moncloa, enfatizó que analizan una gama de reacciones por las ofensas que el derechista lanzó arropado por el partido ultraconservador Vox, como una prohibición o hasta declararlo persona non grata.
En respuesta Argentina instó a su aliado a dar la vuelta a la página, pues Milei argumentó que Sánchez se dio por aludido sin una mención y el gabinete latino reconoció que ante la exageración de Madrid el roce podría durar incluso años, pues las ideas de un conservador y un izquierdista jamás serán compatibles ni estarán en línea.
Al respecto, el vocero de Javier Milei, Manuel Adorni, dijo en conferencia que España confundió el Estado con un tema personal al sostener que una diferencia ideológica no debería desembocar en un problema democrático, evidenciando la sobrerreacción del aliado.
Y agregó que, a diferencia de España, no van a retirar al embajador. Refirió que “jamás se nos cruzó por la cabeza la delirante idea”, pues abundó que las declaraciones del Ejecutivo no deben mezclarse ni interferir en una relación de hermandad o de lazos diplomáticos.
En contraste, Javier Milei amplió la ofensiva contra Sánchez y el socialismo al señalar que con estas “payasadas” sólo se convirtió en un “hazmerreír”, según una entrevista con La Nación, ya que en este intercambio quedó expuesta su esposa, investigada por presunta corrupción y conflicto de interés y a la que recomendó buscar un buen abogado. Éste recordó que para archivar el caso el poder “apretó” a un juez y justo ayer la Guardia Civil descartó seguir con dicho caso.
Más tarde, el argentino arremetió en redes sociales contra Pedro Sánchez y su séquito al rememorar que primero lo atacaron a él al descalificarlo por supuesto drogadicto y fascista, ofensas que recalcaron Vox y la prensa. Incluso, Milei hizo mofa al retuitear videos en los que la vocera del partido que lo invitó a España, Pepa de Millán, criticó a La Moncloa por creerse inmune.
Asimismo, replicó un video del vocero del PSOE, Patxi López, en el que éste no supo responder a la prensa cuando fue increpado sobre si estarían dispuestos a disculparse por ministros como el de Transportes, Óscar Puente, quien atacó primero, hecho del que ya admitió su error. Y ante el silencio el ultraderechista resaltó: “No todos pueden tener un vocero de lujo”, en referencia a Manuel Adorni quien lo defendió por segunda vez.
Y el líder argentino no retrocede y mostró su conducta retadora al calificar de arrogante al gobierno de izquierda por exigirle una disculpa, pues éste advirtió que no lo hará y volverá pronto a España.
Según su agenda está citado el próximo 21 de junio para recibir el premio Juan de Mariana por su defensa ejemplar a las ideas y asestó: “Veremos si su gran complejo de inferioridad permite que los liberales españoles puedan galardonarme en persona”, pues no descarta que hagan lo posible para impedirlo.