El fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, resaltó el resultado histórico, pues más allá de actuar contra un exmandatario se hizo respetar la ley.
“Hicimos nuestro trabajo”, declaró ante decenas de reporteros que lo esperaban tras el veredicto de culpabilidad del magnate y refrendó que su labor fue presentar toda la evidencia para que el jurado pudiera deliberar más allá de toda duda razonable en torno a las ilegalidades de quien nuevamente busca la presidencia.
Y enfatizó que todo sirvió para que el jurado hablara, pues de manera unánime y antes de lo previsto alcanzó una resolución por la conspiración para ocultar información clave incluso con fondos electorales para mantener limpia su imagen al ocultar temas sexuales polémicos, como dos relaciones extramaritales, ante las que le preocuparon más que lo supiera el electorado que su esposa, Melania.
Ante preguntas de la prensa recalcó que se actuó como en cualquier otro caso, descartando favoritismo o parcialidad.
Y Bragg sentenció que como cuando reciben una nueva carpeta: siguieron los hechos y la ley sin miedo o favores, lo que contrasta con las acusaciones de Donald Trump de que éste proceso fue amañado y que el jurado estaba en su contra desde antes siquiera de dar inicio al histórico juicio, como externó en declaraciones días antes del fin del proceso.