Airbus SE A320

Tormenta de granizo destroza nariz de un avión y daña parabrisas | FOTO

Un avión de Austrian Airlines se quedó atrapado en una tormenta con granizo y tuvo afectaciones; el piloto efectuó maniobras de descenso

En el avión viajaban 173 pasajeros y seis tripulantes.
En el avión viajaban 173 pasajeros y seis tripulantes.

Un avión de Austrian Airlines se dañó al quedar atrapado una tormenta de granizo en la isla española de Palma de Mallorca y Viena.

La aeronave, un Airbus SE A320, estaba a punto de aterrizar cuando comenzó el fenómeno natural que destrozó la nariz del avión, pues dobló la parte superior de la cabina y agrietó el parabrisas, hecho del que se compartieron imágenes en redes sociales.

Este incidente provocó que los pilotos emitieran la alerta de emergencia o mayday mientras realizaban maniobras de descenso; testimonios de los pasajeros indicaron que el avión tardó como dos minutos o menos en atravesar el granizo.

El avión, en el que viajaban 173 pasajeros y seis tripulantes, aterrizó finalmente a salvo en el aeropuerto de Viena-Schwechat, con todos a salvo.

El avión quedó atrapado en una tormenta durante su aproximación a Viena, que según la tripulación de cabina no era visible en el radar meteorológico (...) Según la información actual, las dos ventanas delanteras de la cabina del avión, el morro del avión, el radar meteorológico y algunos paneles resultaron dañados por el granizo”, informó Austrian Airlines.

La compañía añadió que en la aeronave, un modelo con 23 años de antigüedad, ya está revisado para evaluar todos los daños específicos.

Y en redes sociales se viralizaron algunas fotos tomadas en el aeropuerto, estas mostraron la cubierta aerodinámica de la nariz del avión en gran parte desmontada, dejando expuesta la subestructura del avión y el resto del fuselaje lleno de abolladuras provocadas por los impactos del granizo.

“Nos encontramos con una nube de granizo"

Emmeley Oakley, una pasajera del vuelo, dio su testimonio a ABC News sobre lo ocurrido: "Creo que estábamos a unos 20 minutos de aterrizar cuando nos encontramos con una nube de granizo y una tormenta eléctrica, y empezaron las turbulencias". Además, añadió que dentro de la cabina se podía oír el granizo golpeando el avión.

Este incidente incrementó las alarmas mundiales sobre los fenómenos meteorológicos cada vez más extremos y su posible vinculación con el cambio climático.

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