Una flota rusa arribó a Cuba ayer, acto que el régimen de Vladimir Putin destacó como lazo de amistad, pero que envía un mensaje a Estados Unidos.
El despliegue del submarino Kazan, una fragata, un remolcador y un petrolero congregó a decenas de familias en el malecón, funcionarios y diplomáticos, donde los residentes acudieron con niños y en todo momento tomaron fotos y videos de la llegada de éstos hasta la bahía en un lapso de casi dos horas, pese a la lluvia durante toda la mañana.
Pero este movimiento fue interpretado como una amenaza a la potencia de Joe Biden, pues una embarcación incluiría misiles hipersónicos y ahora se ubica a unos 160 kilómetros de Florida, territorio estadounidense por mar abierto.
Según La Habana y Moscú es una visita de rutina de cinco días, luego de que la Marina rusa realizara ejercicios con proyectiles guiados de alta precisión en el océano Atlántico contra supuestos blancos a 500 kilómetros de distancia, según el Ministerio de Defensa citado por la agencia TASS, lo que coincidió con el viaje del canciller cubano, Bruno Rodríguez, a la región euroasiática, a una reunión con su homólogo, Serguéi Lavrov.
Incluso, Cuba minimizó un riesgo al sostener que ese equipo no porta armas nucleares y sólo una oportunidad para reforzar lazos, pues esta misma semana enviarán un patrullero y ambas fuerzas sostendrán encuentros en los que llevarán a los rusos a lugares históricos y culturales, según la prensa del Caribe.
Pero resalta que tanto el régimen de Miguel Díaz-Canel como el de Putin tienen tensiones con Estados Unidos.
Por separado, Rusia descartó cualquier escalada, pero aprovechó para mostrar su capacidad militar al rival. Hecho que se da a días de que el Kremlin adelantara represalias a Occidente por la insistencia de dar armas a Ucrania y permitir que las use contra su territorio, como lo autorizaron EU y Francia, ante lo que Moscú señaló que podría convertir a ésos en sus nuevos blancos y sugiriera armar a aliados en la zona en caso de ser necesario.
Ante la provocación, Washington indicó que vigila con atención, pues esos buques también viajarán a Venezuela.
En tanto, el Departamento de Defensa confirmó que sigue los movimientos de esas embarcaciones y movilizó a una flota menor de cerca, al tiempo que el gobierno prevé nuevas restricciones contra Rusia por la invasión a Ucrania.
- El submarino nuclear Kazan con capacidad de disparar misiles hipersónicos
- La fragata Gorshkov que comenzó operaciones en 2018 y fue de las últimas en llegar a la bahía cubana
- El búnker petrolero Pashin,
- El remolcador Nikolai Chiker