La visita del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a Norcorea mantiene atentos a Estados Unidos y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pues ven en la unión de éstos una amenaza global si concretan alianzas militares o nucleares.
Durante la madrugada de ayer, el líder en guerra con Ucrania arribó a la nación aliada por primera vez en casi 24 años.
Fue recibido de manera cálida en el aeropuerto por su homólogo, Kim Jong-un, arropo que se extendió por las calles con múltiples banderas rusas y carteles con el rostro del “camarada” mientras se dirigían a su destino custodiados fuertemente, incluso con cazas rusos, a nueve meses de que el ahora anfitrión lo visitara.
Putin agradeció de inmediato ante las delegaciones y la prensa el “firme” respaldo del régimen ante la operación militar contra Kiev en un intento de mostrar que pueden hacer frente a Occidente, proteger al noreste asiático y alzarse como bloque con repercusiones globales, a días de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, organizara una Cumbre de Paz que no tuvo el impacto esperado.
Tras las reuniones “intensivas” que incluyeron una cena de gala, Putin admitió coincidencias con Pyongyang, como sus constantes tensiones con Estados Unidos, pues ambos resisten a la presión económica, sanciones y amenazas del gobierno de Joe Biden por presuntos intentos de alterar el orden global.
Y tras el primer día de visita resaltaron que la alianza les permiten retomar lazos comerciales no controlados por Occidente, restablecer asuntos humanitarios, tras el impacto de la pandemia de Covid-19 —que Norcorea desconoció—, e intercambiar opiniones sobre confianza mutua, seguridad, economía y energía.
Tema en el que el asesor ruso, Yuri Ushakov, adelantó la posible firma de una “asociación estratégica” para afianzar su cooperación bilateral “le guste o no al mundo”, según el Kremlin.
En tanto, medios como TASS revelaron que se trata de un borrador para garantizar la estabilidad del otro lado del mundo y dar garantías en materia de seguridad, sin apuntar a un rival, pero buscan reemplazar medidas de la era soviética y de antes del 2000, según el Ministerio de Exteriores.
Además, ante este nuevo contacto se difundieron fotografías de Vladimir Putin observando armas y planes orientales en una base militar durante el primer día de reuniones, a las que acudió junto a su canciller Serguéi Lavrov y el ministro de Defensa, Andrei Belousov.
En respuesta, la comunidad mundial admitió preocupación si Moscú apuntala las operaciones bélicas y programas armamentísticas de Norcorea, por lo que vigilan de cerca este lazo.
El objetivo es identificar posibles riesgos, al recordar que se sospecha que Pyongyang suministra armas y municiones a Rusia ante las restricciones globales, evidenciando que a ése se le agotan los insumos para derrotar al ejército de Zelenski, y es posibles que ese régimen fomente los planes de Kim Jong-un, quien se caracteriza por realizar constantes pruebas de misiles para intimidar a su rival Corea del Sur y hasta Japón.
Al respecto, el secretario general de la alianza transatlántica, Jens Stoltenberg, reconoció “Nos preocupa el posible apoyo de Rusia a Corea del Norte en lo que respecta a programas nucleares y de misiles”, luego de ser cuestionado sobre esas reuniones, mientras que la Casa Blanca dijo que a cualquiera inquieta por ser la nación que invadió a otra.
Y para contener cualquier nexo crítico, Estados Unidos se pronunció por bloquear los intentos de Norcorea de enviar o destinar equipo a Rusia.
“Continuaremos haciendo todo lo posible para cortar el apoyo”, sostuvo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tras un encuentro con Stoltenberg, al enfatizar que no sólo están pendientes de esa región sino de China e Irán, pues según la Inteligencia de varias naciones han enviado equipo a Rusia, como denunció Ucrania al evidenciar que los drones que provocaron explosiones en su territorio son de fabricación iraní.
Por lo que se teme que se pacten entregas de misiles y municiones, aunque ambas regiones niegan las posibles transferencias, pero reiteran su interés en fortalecerse mutuamente.