El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se prepara para el primer debate con Donald Trump al lanzarse contra el magnate, a quien acusó de arrebatar el derecho al aborto a las mujeres.
El demócrata aprovechó la conmemoración del segundo año desde que la Suprema Corte echó atrás el fallo Roe contra Wade al sostener que el republicano provocó un panorama de devastación para ellas al despojarlas de una “libertad fundamental”, en referencia a la interrupción legal del embarazo.
Y en su cuenta de X continuó la ofensiva. Dijo que esa “pesadilla” es culpa de su contendiente tras compartir el relato de una mujer de cómo la rechazaron en hospitales por un aborto espontáneo, lo que expone el riesgo de las gestantes, médicos y clínica y lo usó para advertir lo que le espera a EU con el movimiento Make America First Again (MAGA).
Por separado, su número dos, Kamala Harris, asumió un rol destacado al evidenciar que el aborto es una de las claves que los acercaría a la reelección.
En un tono más duro exhibió que el conservador alardea que el revés fue un logro, acto que la vicepresidenta tachó de “robo a la libertad reproductiva”.
Postura que refleja el plan demócrata para atraer votos, pues éste contrasta con el de Donald Trump, quien evita ser tan firme al delegar la decisión a los estados.
Pero resalta que con los cambios que hizo en el máximo tribunal devolvió a las entidades dicha legislación, que a su vez derivó en prohibiciones al aborto, incluso a sólo seis semanas de gestación.
Y en la nación ya van 20 estados, principalmente en el sur y el centro, que imponen restricciones significativas, lo que ya tuvo repercusiones políticas, pues conservadores perdieron referendos o votaciones sobre ese derecho en estados tradicionalmente republicanos como Ohio, Alabama y Kansas.