Gobierno defiende democracia

Fracasa en Bolivia golpe de Estado

General rebelde moviliza tropas, pero termina detenido; lo encara en el Palacio de Gobierno el presidente Luis Arce, quien recibió apoyo de naciones democráticas; el militar alzado sugiere que fue autogolpe

Militares llegaron en un tanque a la entrada de la sede del Ejecutivo, ayer, en La Paz. Foto: AP

El excomandante del ejército de Bolivia Juan José Zúñiga desafió al presidente Luis Arce con un intento de golpe de Estado, pero falló y abandonó la Casa del Pueblo junto a sus fuerzas rebeldes, mientras el mundo condenó la agresión y el país exigió una respuesta contundente.

Tras días de tensión en los que acusó al Ejecutivo y a su antecesor, Evo Morales, de querer perpetuarse en el poder y amagar con detener al último si aspiraba de nuevo al gobierno, el mando castrense cumplió una de sus amenazas y rodeó la Plaza Murillo a bordo de un tanque; derribó la entrada de la sede de gobierno ante lo que Luis Arce denunció la movilización ilegal de disidentes en La Paz.

Zúñiga sostuvo que su objetivo era el cese del ministro de Defensa, Edmundo Novillo, pero no lo logró, pues tras ingresar al recinto fue encarado por Arce. Éste le ordenó el repliegue de sus soldados, a quienes tachó de “malos militares”, y advirtió que no permitirá su plan para derrocarlo y truncar la democracia.

De manera firme, el líder sudamericano, arropado por su gabinete, convocó en un video al pueblo a defender la democracia y el Estado de derecho ante una afrenta que no ocurría desde 1979, llamado que acataron ciudadanos y organizaciones al presentarse en el sitio y adelantar una huelga, según la principal formación obrera del país, al tiempo que se nombró a José Wilson Sánchez como sustituto del polémico golpista.

El presidente Luis Arce (de lentes) encara al exgeneral Juan José Zúñiga.

Al identificar que no prosperaría Zúñiga se retiró para retornar a los cuarteles.

Y a la par de ese retiro, las fuerzas del orden comenzaron su contraofensiva.

El fiscal Juan Lanchipa activó una alerta migratoria contra el agresor del país al sostener que tomarían acciones legales ante los actos cometidos por el excomandante. Y minutos después de reivindicar el compromiso del Ministerio Público, mientras líderes exigían una sanción enérgica más allá de la destitución, se confirmó su captura por delitos de terrorismo y alzamiento militar.

El Ministerio de Gobierno confirmó la captura afuera del Estado Mayor y también del vicealmirante, Carlo Castillo, por la violencia que dejó un saldo de nueve heridos, entre ellos un joven de 16 años.

Sin embargo, la detención sólo despertó dudas, pues en charla con la prensa el golpista exhibió un engaño desde el poder; antes de ser detenido Juan José Zúñiga afirmó que todo fue planeado para favorecer al presidente, con quien se reunió el fin de semana y le comentó que la situación en el país era “jodi…”, por lo que era “necesario preparar algo para levantar mi popularidad”.

Los reporteros le cuestionaron si fue un autogolpe, pero ya respondió al ser llevado entre empujones para rendir cuentas por el intento de derrocamiento, mientras el gobierno evadió la acusación.

El excomandante de las Fuerzas Armadas es presentado como autor de actos de terrorismo y alzamiento armado.

El MUNDO ARROPA A ARCE. Ante la crisis, líderes del mundo, principalmente de América Latina, condenaron lo ocurrido al externar su apoyo al presidente legítimo Luis Arce.

Desde México el Presidente Andrés Manuel López Obrador y su virtual sucesora, Claudia Sheinbaum, recriminaron el atentado a la democracia al solidarizarse con los bolivianos, postura que replicaron legisladores y otros líderes.

La cancillería llamó a respetar la voluntad de las urnas, al tiempo que ofreció ayuda a connacionales en esa nación, a quienes instó a estar atentos ante la evolución de los hechos; tal fue el caso de Tania Morales, defensora de Derechos Humanos, quien pidió en redes sociales protección para ella y 16 connacionales con quienes viajó a un congreso: “Estoy en La Paz (…) Estamos en contacto con la Embajada”. En tanto, una veintena de policías reforzó las inmediaciones de la sede diplomática en México.

Pero otros gobernantes externaron su apoyo a La Paz como Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia) y Nicolás Maduro (Venezuela), entre otros, y organizaciones, entre ésas la de los Estados Americanos (OEA) al repudiar el plan militar para sacar del poder a Luis Arce.